El Panathinaikos, enemigo acérrimo del Olympiacos, ha reaccionado a todo lo sucedido en los últimos días con su rival en Grecia con un comunicado incendiario y con la renuncia a jugar más en la competición liguera nacional. Los verdes se ven agraviados por lo que consideran un trato de favor al equipo de El Pireo, que ha estado a punto de descender en las últimas horas.
El Olympiacos presionó para que un árbitro, Panagiotis Anastopoulos, no les pitara hoy.
El comunicado oficial del PAO asegura que se retira de la competición, empezando por el partido de hoy ante el Kymis, «hasta que la legitimidad y no el terrorismo y el desorden que el Olympiacos quiere imponer con la tolerancia del Estado, impere de nuevo», acusa de «perpetradores», «extorsionadores» y «chantajistas» a los dueños del Olympiacos y pide dimisiones a niveles de política estatal mencionando al primer ministro Alexis Tsipras.
«Este campeonato es una parodia», aseguran los atenienses: «O nosotros o ellos».
