Lío en la Liga Alemana. La BBL ha pasado de 18 a 17 equipos en mitad de curso, debido a que la organización se ha visto obligada a expulsar a uno de sus clubes por no cumplir con los requisitos financieros que regulan el reparto de licencias para disputar la competición.
El damnificado es el Phoenix Hagen, conjunto fundado en 2004 en la pequeña localidad germana, que hasta esta semana sumaba un total de 9 temporadas consecutivas en primera división. Para muchos la crónica de una muerte anunciada, tras un largo procedimiento que pone de manifiesto que hasta en Alemania la crisis afecta al deporte de la canasta, así como el férreo control de la BBL para evitar casos como estos.
Todo comenzaba en abril de este mismo año. Casi al final de la temporada 2015/16, la Liga Alemana sancionaba al conjunto de Hagen con 6 puntos en la clasificación y una multa de 40.000 euros por incumplir dos puntos de la regulación financiera: el número 5, que obliga a los clubes a presentar su situación económica antes del comienzo de la temporada, y el número 13, en el que se exige a los equipos que avisen a la Liga de sus problemas financieras si sus cuentas cambian durante el año.
Pese a esta circunstancia, el Phoenix Hagen conseguía la permanencia al tener suficiente colchón en la tabla para evitar los puestos de descenso, y tras un cambio de dueños, renovaba su licencia para jugar en la BBL este verano. Un espejismo, puesto que los problemas volvían al inicio de la temporada 2016-17.
En octubre el club avisaba a la competición -cumpliendo las normas- de su mala situación económica, y se declaraba insolvente, con la consiguiente pérdida de puntos en la clasificación. La Liga Alemana mostraba su malestar, en palabras de su CEO, al afirmar que las cuentas presentadas en verano por el club no se correspondían con su situación real.
Pese a todo la organización (una especie de Comité de Licencias), permitía a Hagen seguir en la competición para completar la temporada. El requisito era que cuadraran sus cuentas en un determinado plazo y mejoraran su situación económica. El club necesitaba 800.000 euros, y para ello cancelaba el contrato de varios jugadores importantes, perdiendo competitividad deportiva. Era lo de menos, teniendo en cuenta que la supervivencia del club estaba en juego, ya que no finalizar la campaña ponía en peligro también su plaza en segunda división.
Finalmente no lo han conseguido, y la Liga Alemana ha anunciado esta semana su expulsión de la competición, que pasa de 18 a 17 equipos. Los encuentros programados ante Hagen serán jornadas de descanso para sus rivales, y los ya disputados se eliminan del cómputo del balance en la clasificación. Una decisión drástica que, pese a todo, ha hecho que se cuestionen los controles de inspección de la competición por equipos de la Pro-A (segunda división), que demandan mayor atención para evitar estos problemas.
Hay que recordar que la BBL realiza revisiones de licencia cada pocos meses, y los clubes afectados por problemas económicos están obligados a avisar a la competición para evitar sanciones. Ahora el futuro de Hagen sigue en el aire, porque al no terminar la temporada su plaza en la Pro-A también corre peligro.
Los seguidores y el club ya se han movilizado para conseguir la cifra económica necesaria. El objetivo es salir con presupuesto reducido en segunda para volver cuanto antes a la élite nacional. Un caso similar al del Trier, club que también fue sancionado hace dos campañas por problemas económicos. Sin embargo, el equipo pudo terminar la temporada, cuadrando sus cuentas en verano, y lograron salir en la Pro-A donde actualmente pelean por regresar a la BBL.
Sigue deslizando hacia abajo para ver más contenidos
