Luis Scola todavía baraja disputar los Juegos Olímpicos en 2021 aunque se hayan retrasado un año y aunque él supere ya los cuarenta. Ha destacado en su vuelta a Europa con el Olimpia de Milán y todavía no parece que haya llegado su final.
Sin embargo, Scola sabe que lo que cuesta mantenerse a tal edad en un nivel tan alto. Sobre ello ha reflexionado en el podcast ¡Hola! ¿Qué Tal, Cómo Estás?, donde el periodista Germán Beder y el jugador Nico Laprovittola comparten experiencias.
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El veterano ala-pívot ha explicado de esta forma cómo combate el paso del tiempo:
«Tuve momentos en los que la temporada se me puso cuesta arriba. Pero a veces te das cuenta de que a mitad de temporada no puedes más y por eso lo miro con perspectiva. Eso me pasó, por ejemplo, en el año 2005 cuando jugaba en Vitoria o en 2010 cuando jugaba en la NBA o en 1998 cuando estaba en Argentina. Ese pico y valle de los deportistas. Hay días en los que te sientes muy pesado…»
«Cuando eres joven no lo entiendes muy bien; estás en el pico, te crees el rey del mundo y no te explicas cómo se te está dando tan bien para rendir tanto en un nivel al que no perteneces; cuando llegan los baches, tampoco sabes por qué pasan. Cuando llegas al final de tu carrera, no necesariamente con 40 años, entiendes todo más porque ha pasado más veces; por un lado, está siempre la nube constante, y lo de saberlo y entenderlo está por la otra. Conociendo tu cuerpo sabes lo que tienes que hacer: comer, dormir, descansar, entrenar… Cuando ves que eres ya mayor y tu cuerpo te abandona te genera una frustración muy grande, que es angustiosa y te recuerda que estás llegando al final. Pero te acostumbras»
«Esto empieza a pasar a los 32 ó 33, que ves que ya no eres Superman. De repente te das cuenta de que tienes que hacer más cosa; al principio haces lo que quieras y siempre puedes mejorar, el esfuerzo es poco para muchísimo beneficio. Cuando van pasando años, la línea se va invirtiendo: tienes que hacer más cosas para conseguir menos. Lo que mejoras es menos y menos. Y llega un punto en el que mantenerte es tu máxima ambición. Y al final lo que quieres es no empeorar. Y terminas tu carrera haciendo muchísimo esfuerzo para no ser un desastre»
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