El 28 de abril de 1991 se disputó en el Hala Sportova de Belgrado (Serbia) la final de la Yugoslav First Basketball League entre Partizan y Jugoplastika.
Éste es el último partido de baloncesto en la historia de Yugoslavia. Al menos, la original (después continuó unos años con Serbia y Montenegro como territorios hasta que ésta última también se separó). En la liga del país, ya con la situación social en caída libre y el baloncesto (Divac y Petrovic, buen ejemplo) como prueba de ello.
La eliminatoria que decidió el campeón de ese año tenía a un equipo serbio, el Partizan, y a uno croata, la Jugoplastika, como protagonistas. La Jugo, que en aquel momento se denominaba POP 84, seguía arrasando bajo el liderazgo de Zeljko Pavlicevic y con Toni Kukoc, Zan Tabak, Velimir Perasovic o Zoran Savic como jugadores a tener en cuenta. La apisonadora de Split se puso en marcha, ganando 3-0 a los serbios para llevarse el trofeo a casa.
El último encuentro, jugado en Belgrado, tuvo al ahora entrenador Perasovic como máximo anotador (22 puntos) y Kukoc, el líder, ovacionado por un pabellón que en aquel momento era más que un territorio inhóspito para ellos. La Jugoplastika logró su cuarto campeonato seguido en Yugoslavia, el último que se disputó con este formato (se jugó una campaña más, pero sin eslovenos y croatas en ella).