Sergio Scariolo ha atendido a los medios de comunicación antes de que la Selección emprenda viaje a Montenegro donde España jugará su primer partido de las ventanas FIBA (viernes, 20:00 h.; Be Mad). El técnico, que desplazará a los 16 convocados aunque anunciará antes el 12, ha valorado la preparación llevada a cabo en Guadalajara:
(Balance preparación) “Creo que hemos trabajado bien. Ha sido todo un poco contrarreloj, evidentemente hemos tenido como cualquier entrenador siempre dice pero en este caso con más razón muy poco tiempo para prepararnos pero la actitud de los jugadores ha ayudado muchísimo, no sólo como esfuerzo, como disponibilidad de sacrificio, trabajo, sino también como nivel de concentración para intentar captar las pautas principales del sistema de juego que queremos utilizar. Obviamente, una edición muy reducida de lo que normalmente utilizamos con la Selección, pero siempre dentro de nuestra identidad, de lo que normalmente hacemos eligiendo lo que creemos que pueda ajustarse mejor a la característica de estos jugadores y a la situación: los pocos días para prepararnos”.
(Reto) «Somos conscientes de la dificultad de la tarea, de este primer partido jugando fuera de casa contra un equipo que en muchas posiciones cambia poco de su mejor versión, de la versión del Europeo, ajusta algo a nivel interior, pero en el perímetro mantiene inalterado sus puntos fuertes. Además el factor cancha va a ser un factor a tener muy en cuenta porque estaremos dentro de un pabellón lleno y con mucha presión ambiental. Es una aventura, un desafío, una oportunidad para muchos y todos tenemos ganas de ir, de competir y de ver hasta donde podemos llegar. A la vez vamos con optimismo”.
(Mejor o peor de lo que pensaba a priori) “Tenía alguna duda que hemos ido solventando. Por supuesto las cosas luego no salen igual en los partidos que en los entrenamientos. Los rivales son otra cosa, otra categoría, otra fuerza, otro nivel físico, otra experiencia, la determinación del partido oficial, la tensión, el escenario va a ser diferente. Está claro que lo que podíamos hacer en los entrenamientos lo hemos hecho bien incluso con momentos en los que hemos visto buen baloncesto, buena comunicación, buena armonía entre los jugadores y ahora se trata de llevarlo a la cancha en un partido oficial”.
(Cómo se afronta con los condicionantes) “Se trata de centrarnos en lo que tenemos, intentar jugar un buen partido de baloncesto, superar un rival con teóricamente más experiencia y quizá más talento. Y poder hasta reivindicar el respeto, una consideración, para no sólo un grupo de jugadores que están aquí sino para la clase media del jugador español que está viviendo un momento complicado dentro de las distintas competiciones a nivel de confianza, de apuesta para ellos por parte de los clubes y es una buena oportunidad para que esta consideración y este respeto pueda crecer”.
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