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Un español confinado en Noruega: la nueva aventura de Sergio Vicente

Un español confinado en Noruega: la nueva aventura de Sergio Vicente

Un clásico madrileño y de la LEB/EBA que entrenó a Doncic se ha ido a la aventura a Noruega y se ha visto con un problema

¿Tener una nueva oportunidad laboral, abriendo tus expectativas de cara al futuro completando un destacado currículum con una experiencia exótica en una primera división europea y no poder presentarte nada más llegar? Algo así le ha ocurrido a Sergio Vicente, conocido en los círculos del baloncesto español y más concretamente madrileño como ‘Yeyo’, que se ha ido a entrenar a Noruega en plena pandemia de coronavirus y ha tenido que experimentar las restricciones impuestas en medio mundo ante la propagación y los contagios. Nada más llegar se ha tenido que quedar confinado en casa diez días, tras los cuales podrá introducirse presencialmente a los jugadores con los que quiere luchar por el trofeo de la BLNO, la liga principal en el país escandinavo.

Gigantes del Basket ha hablado con Sergio Vicente para conocer su estado de ánimo y sus inquietudes en esta nueva aventura: «Aquí se está viviendo de una manera muy diferente a como se está tratando en España. Hay pocos casos. En Tromso, que está más al norte, menos; en Oslo, que es una ciudad más internacional, algo más. Hay un repunte ahora, como en todo el mundo, pero es un país con poca población y mucha extensión de terreno, todo mucho más repartido». Se encuentra en Tromso, una ciudad al norte del país, y les han fichado los Storm. Todavía está haciéndose al lugar: «Las medidas no son iguales que las de España: no es obligatorio llevar mascarilla aunque te lo recomiendan (y no en todos los sitios, como en los supermercados). Sin embargo, sí están tomando alguna medida interesante en previsión de lo que pueda pasar: los restaurantes, por ejemplo, a las ocho de la tarde dejan de coger gente y de servir alcohol. La que me afecta a mí es la de los visitantes que llegan de un país en la lista roja, en la que está España». Vicente tiene que permanecer en casa diez días, tras lo cual tiene luz verde para moverse con la libertad que le dejarán las medidas establecidas: «Da igual que seas noruego o no, que vengas de turismo o a trabajar. Si cumples ese requisito te tocan diez días de cuarentena. No es un aislamiento total, se te permite salir a comprar o a la farmacia con mascarilla y a pasear siempre que que guardes la distancia de seguridad. Es una especie de fase 1 como la que hubo en nuestro país».

Difícil comienzo para una aventura en la que pone mucha ilusión. Además le han acogido con profesionalidad y cariño. «Mi relación con el club es muy buena desde el principio: vinieron a recogerme al aeropuerto, han venido a visitarme el capitán, el director deportivo, uno de mis asistentes… Llevan entrenando dos semanas, aunque yo (lógicamente) no he podido asistir. Estoy en constante comunicación con los ayudantes, planificamos todo juntos y ellos son los que desarrollan la sesión. Los entrenamientos me los graban en vídeo y yo ya voy analizando y preparando», cuenta sobre estos primeros días en la zona pero sin poder acercarse al lugar en el que su nuevo equipo está desarrollando la pretemporada.

‘Yeyo’ profundiza también en las razones que le han llevado a irse a Noruega. «Es curioso cómo me surge la oportunidad. Se pusieron en contacto conmigo a través del correo electrónico, me dijeron que estaban interesados y que me habían descubierto a través de las redes sociales. Hablaron conmigo y, ante la situación de incertidumbre en España, decidí dar el salto», explica.

No es la primera aventura de Sergio Vicente en el extranjero, aunque sí la primera de este calado. En su haber están las permanencias y ascenso con el Azuqueca en la EBA y la LEB Plata, sus inicios en el Pozuelo de Alarcón y una última etapa en La Roda, con el que terminó contrato en mitad de la pandemia ante la imposibilidad de continuar la temporada 2019/20. Estuvo en su día en Inglaterra, formándose como ayudante en la segunda división, y ahora prueba en la primera de Noruega tras haber adquirido la experiencia necesaria. En su CV destacan sus años en la cantera del Real Madrid, donde coincidió con Luka Doncic y fue parte del cuerpo técnico de Paco Redondo en la Euroliga júnior de 2015 en la que Doncic compartió equipo con Barreiro, Cate o Yusta. En los Storm de Tromso, sin embargo, tiene  un reto totalmente diferente a lo que se ha encontrado hasta ahora: «Los jugadores noruegos tienen un nivel de LEB Plata o EBA, en conversión con España. Los que están aquí, los que tienen un nivel ya muy superior suelen optar por irse a la NCAA de Estados Unidos. Lo que da el nivel a esta liga son los jugadores extranjeros, con los que los clubes se gastan el dinero; los nacionales son semiprofesionales, suelen tener otro trabajo aparte. Los americanos que vienen podrían estar perfectamente en la LEB Oro». Liga cerrada de diez equipos, en la que Tromso tiene un buen palmarés bajo el brazo (cinco subcampeonatos en la última década), y un objetivo: acercarse a los Miners de Kongsberg, gran dominador de la competición y de los que pueden decir que han estado en una competición continental (en la previa de 2018 de la Europe Cup).

 

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