«¿Presión? No la siento, no la noto» y «Yo jugaré algún día en la NBA» son dos de las frases con las que Princepal Singh se mostraba al saberse uno de los talentos más codiciados de la Academia NBA de Canberra, la que la liga norteamericana tiene considerada como global además de las que tiene en diferentes países y continentes. Ahí acude lo mejor de lo mejor y este indio de 19 años es el primero de los que se ha graduado en este lugar que entra en el círculo de la NBA a través de la G-League.
Singh entra al programa de jóvenes que se ha creado este año en la G-League, un equipo dirigido por Brian Shaw, que sirve para que los jugadores con más proyección tengan una transición sostenida hacia la NBA en vez del salto desde la NCAA y donde se desarrollará con otros como Jalen Green, Isaiah Todd, Daishen Nix y Jonathan Kuminga.
Princepal Singh, en concreto, es ala-pívot y mide 2,08 metros. Es de Firozpur, de la región de Punjab. Se inició jugando al voleibol y cambió al baloncesto en su proceso de formación, con un año clave: 2017. Se alistó en la Academia NBA de Delhi y un año después ya pasó a la global de Canberra (Australia).
Ha completado su formación en la Global Academy y estaba esperando un nuevo destino tras el confinamiento. Será, como indica Shams Charania, el primer alumno de la academia india en firmar un contrato profesional y el primero de la academia global en aterrizar en la G-League. Singh sigue los pasos de Sim Bhullar, el primer descendiente de indios en jugar en la NBA, y de Satnam Singh, el primer nacido en India en ser drafteado en la NBA.
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Foto: Nicole Sweet / Getty Images
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