No hay fan del baloncesto que se precie que no haya visto “He got game,” traducida al castellano como “Una mala jugada,” la película de Spike Lee que junta a Denzel Washington y Ray Allen en una historia que gira alrededor del mundo del baloncesto.
En la película hay una escena clave por su tensión e importancia para los personajes. Jesus Shuttlesworth, el personaje de Ray Allen, se enfrenta a su padre en un uno contra uno con un balón y una canasta. El que haya visto He got game seguro que tiene la escena en su memoria. Pero, al parecer, el plan no era lo que se terminó viendo.
Según contaba Denzel Washington a Bill Simmons en su podcast, le puso las cosas mucho más difíciles a Allen de lo que este esperaba (ganar claramente por 11-0).
“Todo el tiempo estuve bromeando con Ray diciéndole que yo nunca salía hacia mi izquierda, así que estuve varios días practicando mis salidas hacia la izquierda, dos, tres horas,” aseguraba Washington. “Él no sabía que estaba entrenando para esto. En cuanto empezó la escena, comencé a salir hacia mi izquierda. No se lo esperaba. Y tuve suerte, porque los tiros me entraron. Y notaba cómo empezaba a picarse. Y empecé a picarle. Yo ya sabía que iba a acabar conmigo, pero eso me valía. No me podría haber ido a gusto perdiendo 11-0. Yo le dejé creerse que me iba a ganar 11-0. Y cuando meto una canasta y lo celebro dándome una vuelta… mira la escena de nuevo y fíjate en su cara. Empezó a mirar a los lados. Si hubiera podido ganarle, lo habría hecho. Pero entonces él empezó a machacar el aro y esas cosas y todo cambió.”
Resulta que Denzel Washington había jugado dos temporadas en el equipo de Fordham University bajo las órdenes de P.J. Carlesimo, y algún que otro truco recordaba, como bien pudo comprobar Ray Allen.
(Spoilers)
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