“Porque no sabes lo que significa para mi” Love of my life. Mi equipo es el juego.
He terminado de editar un vídeo durante los días de encierro obligado por un COVID que yo creí que no me llegaría ya, la inmortalidad fingida vuelve a ponerme en mi lugar. Que es el de todos. Lo he editado y lo he colgado en mis cuentas de redes sociales porque era una reflexión muy personal. Por supuesto que por ese punto de vanidad que tengo al dedicarme a trabajos que dependen de un público creía que a algunos le gustaría. Más allá de visualizaciones, likes o viralizaciones, pues cada minuto surgen posteos, vídeos y declaraciones que generan millones de ojos sobre ellas, quiero quedarme con los testimonios de algunos que escriben que han sentido algo parecido a lo que yo quería reflejar con “Amor de mi vida, porque no sabes lo que significa para mí”, pues resulta que hay gente que si lo sabía o lo sentía de una manera parecida.
Me hizo ilusión gente que me escribió para expresar su emoción mientras lo disfrutaba, me encantó el mensaje de unos cuantos compañeros entrenadores, en público (Juárez, Curro Segura, Julbe) y en privado, más amigos y menos amigos, me expresaban que sienten algo parecido. Es que tú puedes ser de un equipo, pero cuando te toca defender en tu carrera profesional varias camisetas, terminas siendo más del juego (por supuesto de que a tu trabajo y a ti le vaya lo mejor posible) pero del juego y de los detalles. Y de formas de conducirse así. Hoy mismo hay un Real Madrid-Zenit donde dos entrenadores (Laso y Pascual) se demuestran un respeto profesional importante, grandes batallas las que vivieron en las zanjas de los clásicos pero ahora que uno de ellos no está ahí, por encima de todo el reconocimiento a que intentas ayudar a tus jugadores que tengan herramientas, no a que destrocen a un rival porque lleva una camiseta u otra, sino a que puedan cada partido ser un poco mejores. Y eso es el juego, eso es lo que nos mueve.
Este es un vídeo muy propio sobre el amor deportivo de mi vida. Lo que a mí me conmueve cuando me acerco al baloncesto. Me gusta más el juego que los colores, los jugadores que las banderas. Así me enamoró este juego y así me sigue gustando.
El amor de mi vida por supuesto que es Mónica y mis hijos, mi familia. Y los buenos amigos. En el deporte fui del San Antonio, del Cáceres, de los Lakers. Pero por encima de eso, soy de disfrutar con el juego, con los detalles que me dan satisfacción.
Tras un clásico comentado con Berni Rodríguez (compañero y además amigo), tomando una cerveza, se reía porque alguien por redes, enfadado, le afeaba su imparcialidad y fanatismo a favor del Barça. Berni ha sido el capitán histórico del Unicaja, el que levantó sus títulos. Malagueño y comprometido con su club desde niño. Me hizo reflexionar esa conversación. Berni, en otra lección de vida, se reía quitando toda la importancia a que alguien que no le conoce y que no quiere conocerle, le etiquetara de esa forma tan superficial y errónea.
¿Qué nos mueve a categorizar a otra persona y afearle una opinión o un gusto por una jugada o tipo de juego? ¿Por qué todos tenemos que estar ordenados en la estantería de las pasiones, en las baldas dónde mejor nos encajen nuestras fijaciones u odios deportivos?
Ahora que se producen revisiones arbitrales con el Instan Replay, que los árbitros tienen una buena herramienta para acertar más, aún así en la enferma búsqueda de la teoría de la conspiración, habrá personal que crea que se perjudica conscientemente a un equipo varias veces. O habrá de los que crean que por posicionarse al lado del árbitro en una retransmisión en varias revisiones porque las imágenes son claras, encontrarán una veta de militancia, de opuesta manera de sentir. Por supuesto, siempre que las decisiones no caigan del lado de mi color favorito.
Con la mayor de las comprensiones por las pasiones por cada equipo en el que comulga cada aficionado y sabiendo que ese combustible de los sueños es la energía que mueve parte del deporte. El deporte no es lanzar pedradas dialécticas a los que yo creo (ni siquiera sé a ciencia cierta) que no son de los míos. Las lunas del deporte van a poder siempre con esos ataques que buscan el quiebre, que sobrepasan los límites del respeto. El deporte es mucho más rico que eso, el deporte para mi es ¿Por qué pasan las cosas en la cancha? Que un equipo ha ganado o ha perdido, ya lo vi. Eso es una parte, pero por debajo, en cada jugada, en cada tiro, en cada gesto, lo mismo hay algo interesante que aprender, que anotar. Eso es para mi el baloncesto, sonrisas, amarguras, ventajas, pérdidas irreparables, todo eso me llegó al corazón deportivo y eso fue formando mi manera de mirarlo. Nada más.
Uno me dijo que si era necesario incluir el triple de Djordjevic, él quería que yo lo mirara con sus ojos, no con los míos. Claro que ese título del Partizan hizo daño al aficionado de la Penya. Pero también ese lanzamiento, según me dijeron testigos directos, los que intentaron defender esa genialidad, fue la primera piedra de la Copa de Europa del Joventut. Es cómo quieras mirarlo. Otro me añadió que debería haber chicas en el vídeo, me puse a pensar, no hay ningún motivo por el que no hay chicas en el vídeo, igual que muchos momentos o jugadores no están en el vídeo, Shaquille O´Neal me encantaba, pero no está en el vídeo… Cada uno puede hacer su recopilatorio, esta mi visión de cómo me enamoré del baloncesto, de lo que me llegó dentro.
Querer que el otro piense como yo. La militancia obligatoria del otro, la exigencia de imparcialidad desde la más radical parcialidad. Ahí no me van a encontrar, a mi me gusta el baloncesto y pasarlo bien no tiene que pasar por ver el deporte desde el enfado. Sino desde el gusto y disfrute.
Mi equipo es el baloncesto.
“Porque no sabes lo que significa para mi”
"Love of my life"
Este es un vídeo muy personal sobre el amor deportivo de mi vida. Lo que a mí me conmueve del baloncesto. Me gusta más el juego que los colores, los jugadores que las banderas. Así me enamoró este juego y así me gusta. pic.twitter.com/HauZOnJzgu— Piti Hurtado (@PitiHurtado) February 3, 2022
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