La NCAA ha sido lugar de acogida para múltiples jugadores españoles en los últimos tiempos, y uno de los más destacados ha sido Joshua Tomaic. El alero de 206 centímetros de estatura vive su año de Sophomore en la prestigiosa universidad de Maryland, una de las mejores del país, y ante la oportunidad de ganarse un hueco importante en la rotación, el jugador nacido en Lanzarote, hace 20 años, nos atiende vía telefónica.
Maryland lleva una temporada con 7 victorias y una derrota en sus primeros enfrentamientos, y se espera que siga por el buen camino para pelear en Marzo contra los mejores. «Con los rivales más fuertes es donde vamos a poder ver nuestro nivel real», explica Joshua. «Individualmente, intento mejorar en las cosas que más necesito. Tengo mentalidad positiva y voy día día», añade el canario en lo referido a su juego. «Obviamente, hablo con mi entrenador de vez en cuando para ver que quiere, pero por ahora, todo lo que pueda traer a la mesa, todo lo posible, será bien recibido. Mi entrenador quiere que sea un buen reboteador en los dos lados de la cancha, y ayudar al equipo en defensa por encima de todo. Mis minutos irán subiendo si ve que hago bien mis tareas en defensa», comenta Tomaic. Envergadura y potencial tiene para ser determinante en la retaguardia.
Las nuevas caras de los Terrapins han causado buena impresión en las canchas, y es que algunos nombres como Jalen Smith, candidato a salir muy arriba en el próximo Draft de la NBA, o Aaron Wiggins, ya se han convertido en piezas fundamentales dentro del esquema de la universidad. «Tenemos seis nuevos jugadores que se han incorporado este año. Todos ellos han hecho un gran trabajo, aunque tienen mucho que aprender. Es increíble cuando ves la diferencia de un chico que viene del instituto, a uno que lleva aquí un tiempo. Se nota que les queda por aprender, pero han reaccionado muy bien. Ellos todavía no saben lo difícil que es ganar un partido en división I. Cualquier rival te puede ganar», comenta Joshua con la experiencia que le permiten sus tres años allí.
Estados Unidos es otro mundo, otro mundo para el baloncesto, y eso se refleja en la NCAA. «Ir a la universidad, en general, es algo muy grande en los Estados Unidos por lo que significa. Hay mucha gente que le pone un montón de peso a la vida universitaria, y por eso existen tantos eventos en el deporte. Es algo muy espectacular y mágico vivirlo desde dentro. Te acostumbras rápido, pero al principio no te lo puedes creer. Te sientes como un profesional de verdad. Los niños te ven como un ídolo y te siguen, por lo que tienes que ser un ejemplo para otras personas. Tienes mucha atención encima, por lo que tienes que ser responsable con tus acciones dentro y fuera de la cancha. Ya no tienes tanta libertad en las redes sociales. Nada más venir aquí, tenemos reuniones para que nos expliquen sobre lo que hacemos en las redes sociales, ya que hoy en día es algo muy importante», nos explica con todo tipo de detalles el versátil jugador español.
Mucha presión la que supone ser una estrella universitaria, o al menos eso parece. «Aquí, tenemos partidos con 20.000 personas en la cancha, pero además, todos los partidos los retransmite la televisión y también están las personas que solo miran para ver si haces algo malo. Siempre vas a tener gente que nunca esté de tu lado. Lo de tener peso encima se nota, hay que vivir con ello, y si quieres ser profesional es una buena manera de empezar», dice el gigantes de las islas.
Joshua está jugando menos de lo esperado por muchos expertos, pero eso no parece preocuparle demasiado. Confía en sus cualidades y sabe que su momento llegará, por lo que no cambiaría su decisión de jugar en Maryland. «Yo soy una persona muy competitiva. Desde pequeño tuve claro que quería venir a Estados Unidos. En cuanto a los minutos, también tengo claro que en Europa podría jugar muchos minutos, pero yo me quiero formar aquí. Quiero llegar al máximo potencial que puede llegar. Estoy muy agusto y nos tratan como profesionales. La vida aquí es mucho mejor que en cualquier otro equipo en España a nivel profesional o semi-profesional. La formación para jugadores es muy avanzada, y eso es lo que quiero. Tengo confianza en mí mismo y sé que mis minutos llegarán. Respondiendo a tu pregunta, no cogería otro camino. He llegado a pensar qué hubiera pasado si me hubiera ido a otra universidad, pero creo que esta ha sido mi mejor decisión y la volvería a tomar», añade confiado.
Tomaic ha evolucionado a nivel físico y mental debido a las exigencias de la NCAA, y aunque todavía no podamos disfrutarlo tanto como nos gustaría, tiene lo necesario para cumplir sus sueños. Le seguiremos de cerca, pues con trabajo y esfuerzo puede llegar muy lejos.
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