A finales del pasado mes de julio nos enterábamos del retorno de un ilustre que ya es veterano y que nos ha dejado grandes momentos. Baby Shaq avisaba que ya estaba de vuelta… y lo ha cumplido pisando las canchas. El pívot griego Sofoklis Schortsanitis (34 años, 2,06 metros) jugó su último encuentro en enero del pasado año (2018) en el Trikala de su país (sólo jugó un partido con ellos)… en los que parecían ser los últimos minutos en las canchas de un center que era uno de los grandes nombres de aquella Grecia que perdió con nuestro país en la final del Mundial de 2006 en Japón.
Pues bien, casi 700 días después (en concreto 679), Sofo ha vuelto a sentirse jugador. Lo ha hecho con su nuevo equipo, el Ionikos heleno jugando ante uno de sus ex-equipos. La grave lesión de 2016 (se rompió el tendón de aquiles) ya es historia. Otra cosa es que su rendimiento cambie lo que el destino tenía escrito para el duelo en el que volvía a las canchas.
El Panathinaikos ha arrollado a su rival en el OAKA (107-71) y eso que el dueño del equipo de Euroliga estaba mosqueado y ha despedido a su técnico: «No habéis tenido los huevos de disculparos con la afición y con el club. Es una vergüenza. Habéis perdido contra un equipo cuyo presupuesto es menor de lo que cuestan vuestras zapatillas”, les dijo a sus jugadores tras una derrota en Copa.
Pero la noticia ha estado en Schortsanitis, que incluso pudo anotar un tanto en la primera mitad del choque. Olympiacos, Maccabi Tel Aviv y Estrella Roja, entre otros, equipos europeos de la carrera de un interior que sabe lo que es ganar la Euroliga y que fue seleccionado en el Draft de 2003 por Los Angeles Clippers, pero que no llegó a debutar en la NBA. En 2014 fue campeón de Europa con el conjunto israelí a las órdenes del retirado David Blatt. Uno de sus pupilos sigue aún aguantando… como puede.