Movistar Estudiantes sigue realizando cambios en su plantilla para intentar no descender y permanecer en la Liga Endesa. La salida de Kenny Kadji, nuevo jugador del Turk Telekom, dejó un hueco en la pintura que era necesario rellenar. El equipo madrileño ya ha hecho oficial el refuerzo con el que le sustituye: Byron Mullens.
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Anteriormente conocido como B.J. (aunque pidió que dejaran de llamarle así), su etapa más reconocible es la primera. Mullens jugó varios años en la NBA en equipos como los Thunder, los Bobcats, los Clippers o los 76ers. Ha hecho carrera en la G-League y ahora procede de Corea del Sur, donde estaba promediando 13,8 puntos y 9,2 rebotes con Busan KT Sonicboom y de donde ha tenido que salir por culpa del coronavirus.
Mullens, con facilidad para los tiros exteriores, mide 2,12 metros y tiene 31 años.
La historia de Byron Mullens
Mullens creció en la parte más conflictiva de Columbus, en el estado de Ohio. Una infancia complicada le llevó a centrarse en el baloncesto como vía de escape. «He estado en 13 casas y 8 colegios», confesó cuando llegó a la NBA. Fue escogido en el Draft 2009, el de Ricky Rubio, Víctor Claver y Sergio Llull, en la 24ª posición, pero el camino hasta allí había sido labrado con mimo y superando un montón de obstáculos.
Su vida está relacionada con la cárcel directa e indirectamente. Su hermano Gabriel Jabbour era vendedor de drogas y fue enviado a prisión tras equivocarse de destinatario y hacer trato con un policía de incógnito. Byron tomó eso como estímulo para alejarse de ese mundillo y centrarse en el deporte, pero siempre estaría presente la sombra. Su habilidad con el balón naranja le llevó, junto a su mejor amigo, a dar clases de baloncesto en un centro de menores de su zona. En 2011, sin olvidar sus orígenes pese a estar ya en los Thunder, Mullens regresó a la vida entre rejas para jugar unas pachangas con los chicos del Ross Correctional Institution de Chillicothe en pretemporada.
Además de intentar ganar dinero con el baloncesto para ayudar en casa antes de la vida universitaria en la NCAA y profesional en la NBA, Mullens trabajaba como fontanero durante sus fines de semana cuando estaba en high-school. Era uno de los cinco hermanos de una familia que necesitaba su inestimable ayuda para llegar a fin de mes.
Sobre su calidad, poca duda. Es cierto que su palmarés ha ido aderezándose en ligas poco competitivas: segunda división turca con Torku Konyaspor, etapas en Dubái (Al Wasl) o Irán (Sanat Naft Abadan), compañero de David Doblas en el Levanga Hokkaido japonés… Hay que viajar en el tiempo para darse cuenta de que este chico, en sus inicios, llegó a ser el mejor prospect de Estados Unidos por delante de otras estrellas como Jrue Holiday, DeMar DeRozan o Klay Thompson. Falta ver con qué versión llega al Estu…
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