No había podido realizar un mejor arranque de partido Marc Gasol en busca de la séptima victoria en ocho encuentros de los Memphis Grizzlies. En apenas 11 minutos, llevaba los mismos puntos y estaba empezando a gestarse una de esas grandes tardes del pívot de Sant Boi. Por desgracia, todo se torció cuando, al final del primer cuarto, y sin ninguna oposición, se lesionó él sólo en su pie derecho. No volvió a jugar. Su equipo lo pagó cayendo ante Portland Trail Blazers en la prórroga por 106-112.
No se sabe aún el alcance de la lesión del pívot de los Grizzlies. Desde luego que fue mala fortuna, porque el percance evitó una actuación que iba para récord. A partir de ese momento, su testigo en la pintura lo cogió Zach Randolph. Por fin jugó un buen choque el ala-pívot zurdo del conjunto de Tennessee. Fue el mejor jugador interior del choque con 26 puntos, (12/19 en tiros de campo), y nueve rebotes.
Por fuera, el duelo se centró en un espectacular reto entre bases. Damian Lillard y Mike Conley disfrutaron e hicieron disfrutar al espectador. El playmaker de los Grizzlies estuvo a gran altura sumando 27 tantos, con una buena serie en tiros de campo, (10/17). Sin embargo, la estrella de los de Oregón se llevó el gato al agua: sumó 33 puntos, aunque, eso sí, estuvo algo fallón en el triple, (5/13). En lo que no brillaron demasiado los jefes de la dirección de cada equipo fue en las asistencias: entre los dos sumaron sólo ocho.
El choque llegó al tiempo extra cuando Memphis ya saboreaba una nueva victoria. Con victoria parcial de 102-100, Lillard falló el triple de la victoria, pero, sobre la bocina, un palmeo de Allen Crabbe prolongó cinco minutos más el choque. En ese instante, CJ McCollum, (21), apareció para ser determinante. La victoria se marchó para los visitantes gracias a una bandeja fallada en contraataque por Tony Allen.
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