Los Oklahoma City Thunder se han impuesto a los New Orleans Pelicans por 110 a 121 en un espectacular duelo entre Russell Westbrook (42 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias) y Anthony Davis (34 tantos, 15 rebotes y dos tapones).
Sin embargo ha sido el banquillo de los Thunder, concretamente la segunda unidad europea, el que ha marcado la diferencia y decidido el choque con un total de 52 puntos. Álex Abrines conseguía su máxima anotación NBA con 18 puntos (5 triples), Enes Kanter sumaba 14 puntos y 14 rebotes y Joffrey Lauvergne 10+6.
El alero internacional español metía 9 puntos en un 3-13 con el que arrancaba el último cuarto para dejar el choque visto para sentencia: 87-100 a 9:18 del final. Un triple más de Abrines ponía el 89-105, haciendo que sumara un total de 12 de sus 18 puntos en el momento clave. “El chico entró y cambió el partido. Eso es lo que marcó la diferencia”, asegura Alvin Gentry, técnico de los Pelicans, sobre la actuación del ex del Barça.
«Es excelente saltar a la cancha en el último periodo y ver todo bajo control», dice un Westbrook que rozaba el triple-doble en su segundo partido seguido metiendo más de 40 puntos, metía 11 puntos en su vuelta a la pista en el cuarto parcial, triple incluido a 1:03 del final para mandar el choque a la nevera.
Abrines reconoce sobre su actuación en New Orleans que es uno de esos días en los que “tienes esa sensación cuando metes un par de triples y estás caliente. Recibes el balón, lo dejas volar y sabes que va a entrar”. Dale al play, mira cómo enchufa y cómo festejan sus compañeros en el banquillo un 2+1 del balear:
¡@alexabrines firma su mejor partido de la temporada!
18 puntos con 5 triples en la victoria ante los Pelicans. 🔝 pic.twitter.com/HKhh0rUkep
— NBA Spain (@NBAspain) 22 de diciembre de 2016