Álex Abrines ha hecho balance de su primera temporada en la NBA tras la eliminación de los Thunder a manos de los Rockets en la primera ronda de los playoffs.
“Realmente estoy muy feliz de estar aquí y creo que hice un gran trabajo. Estoy deseando que llegue la próxima temporada. La valoración es bastante positiva. Si me llegas a preguntar antes de venir si hubiera jugado tanto, me hubiera adaptado tan rápido… te hubiera dicho que no, que ni en broma, así que en ese aspecto estoy bastante contento. He jugado minutos muy buenos, minutos importantes que me han dado mucha importancia como jugador. La ayuda de jugadores y entrenadores ha sido increíble y gracias a ellos estoy donde estoy”, dice el rookie en las tradicionales entrevistas de final de temporada.
El internacional español se pone deberes para este verano. “He mejorado mucho en defensa pero todavía tengo mucho que hacer. Tengo que trabajar mucho. Va a ser mi primer verano libre. Sé que tengo la Selección pero también un par de meses para trabajar, algo que no ha sucedido en el pasado”, dice.
El alero balear se fija como objetivo el “trabajar en no sólo ser un tirador, lo que he sido esta temporada, no quiero quedarme en ataque estancado en sólo ser eso. Sé que puedo hacer más cosas: intentar ayudar al equipo en el pick and roll, crear para el equipo como por ejemplo Russ hace y encontrar tiros abiertos para los compañeros, poner el balón en el suelo… Convertirme un poco más en lo que hace Victor [Oladipo] dentro del partido. Ser un jugador completo: tirador, meter lanzamientos de media distancia, machacar, ayudar en el rebote… Solamente ayudar al equipo más el año que viene, lo más que pueda. Me gusta trabajar y mejorar”.
Abrines tampoco pierde de vista al trabajo físico, un “punto importante en el que hemos trabajado este año. Hemos hecho un gran trabajo con el entrenador físico. Creo que todavía tengo que trabajar especialmente la parte inferior del cuerpo”.
Sobre la temporada histórica de Westbrook, reconoce que ha sido “increíble el simple hecho de estar con el mejor jugador de la NBA en la mejor temporada que se ha visto en la NBA desde hace mucho tiempo. Para mí es un honor. Es algo que dentro de 20 años podré contar a mis amigos, a mis hijos, a quién sea y que nadie me lo vaya a quitar. Y el hecho de que Russell nos haya ayudado, no sólo a mí, a Domas y a los rookies sobre todo en el día a día dentro de la pista nos comentaba pequeños detalles que quería que hiciéramos en ataque o en defensa y que nos iban a ayudar a ser mejores jugadores”
Pero también habla del lado humano de Mr. Triple Doble: “Fuera de la pista hay que agradecerle que es una grandísima persona, que sin ir más lejos en Houston nos fuimos con él Domas y yo al cine, a cenar… La verdad es que estas cosas se agradecen viniendo además de una súper estrella que parece que viven en otro mundo”.
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