NBAEstás viendo//Un acto de legítima defensa, por Jose Ajero
Un acto de legítima defensa, por Jose Ajero

Un acto de legítima defensa, por Jose Ajero

Es evidente. Apenas a unos días del primer aniversario de la decisión de Kevin Durant de firmar con los Warriors, somos conscientes de sus palabras. Se trata de pelear por el cielo. Ni los Warriors, ni Durant estaban en opciones de ganar a Cavaliers por separado.

A lo mejor se trata de una excelente línea de medición. O quizás es que no hay otra cosa que dé más perspectiva que jugar en contra de LeBron James. Lo cierto es que es el mejor en esto y tus éxitos, presentes y futuros, quedan relegados a la interacción con él como rival.

La majestuosidad de su juego, no se me ocurre otra palabra, le lleva al lado de Michael Jordan o de Kobe Bryant -para los contemporáneos-. Ojo, no hablo de números, ni de entradas en la Wikipedia​, en el apartado de palmarés. Allá cada uno con sus preferencias. Me refiero a la hora de incidir en todo lo que pasa en un cancha con la bola en juego.

El control total de la situación. El Nirvana del basket que solo alcanzas cuando te has liberado de los pensamientos en cancha. No hay agenda personal, no hay récord que batir, ni compañero al que superar en tiros. Es ser uno mismo y estar en paz con el juego. Ahora que el budismo lo vuelve a petar, es algo que se entiende mejor.

La versión 2016 nos quitó la venda. La de 2017 con su derrota nos lleva a imaginar el final de junio y el principio de julio del verano anterior. A KD le reventaron los Warriors el último día de mayo solo para que 20 días después, LBJ les humillara.

‘Humillar’ suena duro, pero como con majestuosidad, no encuentro un término mejor. Los Warriors ganaron más partidos que nadie en la historia, pero la cantidad no fue calidad. Ése era el mensaje. Podéis ganar a todos, pero no a uno. Ése uno que decidió cómo y cuándo ganar.

En ese punto, Durant y Golden State entendieron. Por si solos, no iban a poder. Necesitaban más fuego y un superhéroe de desarrollo cognitivo similar al del Rey. El 4-1, el bullying de LeBron, el moving de Irving al resto de exteriores del planeta, solo podía ser aguantado por iguales o parecidos.

Y ahí nacieron los Warriors de la leyenda. A los que les faltaba Durant para poder con LeBron. A los que llegó Durant porque sabía que en Oklahoma no podría.

Deliza hacia abajoSigue deslizando hacia abajo para ver más contenidos
Desliza hacia abajoSigue deslizando hacia abajo para ver más contenidos
Cargando el siguiente contenidoEspera un momento por favor :)