Tres partidos con Tyronn Lue llevan los Cavs. Aunque poco habrán podido hacer para recuperarse del mal estado físico que les reprochaba su nuevo entrenador de la época de David Blatt, lo cierto es que los de Ohio acumulan dos victorias consecutivas. La primera, ante unos competidores Wolves: la segunda, frente a Phoenix de una forma más que contundente, (115-93). Claramente in crescendo.
Tan bien se lo pasaron los Cavs que la fiesta fue a más. De hecho, en el segundo cuarto, y con 10 puntos de ventaja, (60-50), se produjo una conexión que no se veía desde hacía tiempo en el Quicken Loans Arena. Tras un robo de balón y pase largo de Kevin Love, J.R. Smith lanzaba el balón a tablero. ¿Quién remató? Si, el que esperan, LeBron James. ¡Cleveland anotó 65 puntos al descanso!
Tal fue el delirio en Ohio viendo la clara victoria de su equipo que los seguidores locales empezaron a demostrar su felicidad. La personificación, un joven seguidor ataviado con el ‘23’ de James. ¡Mira que bailes se pega sin dejar de sonreír ni un solo segundo!
Precisamente el trío protagonista de la mejor acción del choque fue determinante sobre el parquet de Cleveland. Love y LeBron fueron los máximos anotadores del partido, con 21 puntos cada uno. J.R. Smith sumó 18. Kyrie Irving y Tristan Thompson todavía no encajan con Lue (ocho y cinco puntos, respectivamente). Por parte de unos desahuciados Phoenix Suns, (ocho derrotas en nueve partidos), el mejor, Devin Booker, (16).
