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La rueda de prensa más polémica de Allen Iverson y su explicación

La rueda de prensa más polémica de Allen Iverson y su explicación

Uno de los momentos más controvertidos de la carrera de Allen Iverson no llegó sobre la cancha sino en la sala de prensa

Allen Iverson ha mantenido sobre sus hombros varias etiquetas a lo largo de su carrera: a la de megaestrella de la liga, ya que fue uno de los mejores de su generación y una inspiración para muchos otros que le siguieron, se unían fácilmente las de discordante, pasota o difuso. Pasó por muchos problemas tras su etapa como jugador, pero inmerso en ella también chocó fuerte con los que estaban a su lado por su complejo carácter.

En los 76ers, el equipo en el que lo fue todo, también tuvo duras críticas. En 2002 protagonizó una agria polémica con Larry Brown, el que había sido el Entrenador del Año la temporada anterior y el que acabaría ganando la NBA con los Pistons dos después, porque el técnico había criticado ante los medios su ética de trabajo. Allen Iverson era conocido por saltarse los entrenamientos (una vez, con el único propósito de poder comer en un Taco Bell) y Brown recalcó públicamente y de malos modos la intransigencia de un jugador, por otra parte, que había promediado 31,4 puntos en la fase regular. Los ánimos estaban muy calientes tras la derrota en la primera ronda de los playoffs ante los Celtics y ese mes de mayo Iverson explotó. Se había tratado de hacer creer a la opinión pública que los problemas con el entrenador habían terminado, pero por otra rendija salió toda la frustración de ‘The Answer’ con el enjuiciamento al que se había sometido a su figura, que transitaba entre la polémica y la mitomanía.

Una rueda de prensa para el recuerdo fue aquella en la que recalcó que lo importante eran los partidos, donde él daba la talla, y no los entrenamientos, lo que consideraba un tema menor. El choque que produjo el ambiente distendido con la rabia que se le suponía, ya que además se habían filtrado varios intentos para traspasarle a otro equipo, hizo de esta comparecencia un punto de inflexión para el equipo y también para el propio jugador. El repetir constantemente la palabra ‘practice’ se convirtió en un running-gag en Filadelfia durante un tiempo del que ni siquiera un top-3 de la NBA en ese momento pudo escapar. Éste fue el comentado momento con los periodistas:

«Si no puedo entrenar, no puedo entrenar. Si estoy dolorido, estoy dolorido. Es tan simple como esto. No tiene nada que ver con lo otros, para nada, pero es fácil hablar. Estoy aquí sentado, se supone que soy el jugador-franquicia y os ponéis a hablar de los entrenamientos. Eh, escuchad: estamos hablando de entrenamientos. No de partidos, no, de entrenamientos. No de los partidos por los que muero y los que juego como si fuera el último. No, nos ponemos a hablar de entrenamientos. A hablar de entrenamientos, tío, a hablar de entrenamientos. Cuando venís a verme a los partidos, ¿me veis bien? Veis que doy todo lo que tengo, ¿no? Entonces por qué estamos hablando de unos entrenamientos ahora mismo. A mí me parece hasta gracioso. No estamos hablando del partido, el partido en sí, lo que importa, no: entrenamientos…»

The Athletic ha profundizado en aquella historia con una pieza en la que colaboran varios de los protagonistas de aquella época. Se confirma que Brown y Iverson se reunieron horas antes de la comparecencia, pese al intento de escapismo del entrenador, pero no lo que se especuló en distintos círculos sobre lo que hizo Iverson entre eso y lo otro: beber alcohol (él lo niega). Brown admite que lo que él quería era convencer de que así no se podía seguir y Iverson quería sacarle el compromiso de que no iba a ser traspasado, y ganó el segundo. «Él me hizo un mejor entrenador y una mejor persona», admite Larry Brown tras pasar por una relación de claros y oscuros con AI. Lo que se puede interpretar de una de las frases de Iverson («Estoy enfadado por una razón, sí, y es que estoy perdido ahora. He perdido a mi mejor amigo y he perdido este año») es que toda esa incontinencia y esas ganas de sacarlo todo ante los micrófonos era una forma de pedir tiempo y a la vez perdón por lo que hubiera podido hacer mal; Rahsaan Langford, su mejor amigo, había sido asesinado antes de que empezara aquella temporada que de una forma tan abrupta terminó con este broche tan negativo.

 

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