El primer NBA Sundays de la temporada prometía emociones fuertes. Los Spurs de Victor Wembanyama recibían a unos Toronto Raptors en proceso de encontrar su identidad en el nuevo curso. Uno que llevará tiempo y noches como la de ayer, con malas actuaciones en ataque. Muy malas. A punto de llegar al descanso, la diferencia era de 22 puntos para los Spurs (54-32), y se mantenía en 17 para empezar el cuarto periodo (88-71). Toronto acabó ganando en la prórroga, principalmente gracias a Scottie Barnes y OG Anunoby.
En el pasado mercado de fichajes, en el mes de febrero, hubo rumores de salida de todos sus titulares excepto Scottie Barnes: OG Anunoby, Fred VanVleet, Pascal Siakam o Gary Trent Jr. Ninguno acabó saliendo en ese deadline, y al contrario, añadieron a Jakob Poeltl al roster. Se acabaron yendo FVV y Nick Nurse, el entrenador, con la llegada de la agencia libre y la nueva temporada NBA, haciendo hueco a Dennis Schröder y Darko Rajakovic respectivamente. Pero fue ese movimiento, traer a Poeltl, el que ha cambiado a corto plazo la dinámica de los Raptors y los roles en la franquicia. Porque estos Raptors son, desde ya, el equipo de Scottie Barnes.
Con el aterrizaje de Jakob Poeltl en Canadá, en la que es su segunda etapa en los Raptors, el quinteto titular cambiaba. Nurse mandaba a Trent Jr al banquillo por el austríaco, y con ello cambiaba también el ataque. Porque los Raptors dejaban de tener cinco jugadores abiertos para jugar con una pieza fija en la pintura. El mayor beneficiado fue Fred VanVleet, que desarrolló una complicidad altísima con Poeltl en el bloqueo y continuación; el mayor perjudicado, Pascal Siakam. Porque para el camerunés, acudir a la pintura manejando el balón era una de las principales vías de anotación, pero ahora está absolutamente colapsada. Y eso ha cambiado por completo su juego.
Siendo los Raptors uno de los peores equipos en porcentaje de triple, las defensas suelen permitir a los jugadores de Toronto lanzar relativamente abiertos. Eso, sumado a la presencia de Poeltl (y su defensor) ha hecho del juego de Siakam algo novedoso. Desde la llegada del interior, el número de jugadas en las que Pascal penetraba a canasta ha pasado de 15 por partido a 10,5, y este año ha caído hasta 9,7 (con un fúnebre 26.3% de tiro). En general, Siakam toca el balón unas 15 veces menos que el año pasado, y el número de balones que recibe en la pintura ha caído de 3.5 a 1.8. Porque con Poeltl, más la llegada de Schröder, necesitan otro Siakam.
Este año, más de un tercio de sus tiros llegan en catch and shoot (con un gran 60,3% de efectividad) cuando venía promediando 18% la última temporada, y el número de jugadas que finaliza con tres o más botes de balón ha caído del 45.8% al 27%. Ha pasado de ser amasador y primer generador a tener que compartir el balón con el base alemán, y sobre todo, con Scottie Barnes. Porque el jugador de tercer año ha dado en los primeros siete partidos un paso adelante que muy poca gente confiaba podía hacer tras su temporada anterior. Solo hay cuatro jugadores que estén promediando 20+ puntos, +8 rebotes, 5+ asistencias y 2+ tapones: Joel Embiid y la estrella de los Toronto Raptors.
Ante los Spurs remontó el partido solito. Metió 17 puntos en el último cuarto, con dos rebotes, dos asistencias y dos robos. Solo en el último periodo, con tres triples, incluyendo el que empató el partido tras 47 minutos de abuso de San Antonio. Está tirando un descomunal 63.5% tras bote y supera el 40% en catch and shoot en triples. Está anotando más y mejor, bajando más rebotes, asistencias, robos y tapones. Su temporada entera es un máximo de carrera y lo ha hecho mientras ha tenido que defender a Joel Embiid, Karl-Anthony Towns, Nikola Vucevic, Zach LaVine o Tyrese Maxey. Ninguno superó el 50% de tiros de campo defendido por él. En ambos lados de la pista.
El gran cambio es que se ha convertido en la referencia en ataque de estos Raptors de Darko Rajakovic, algo que quizá no estaba en los planes de la gerencia de Toronto, y que puede cambiar el futuro. Porque tanto Barnes como Poeltl están amarrados a largo plazo, pero Siakam es agente libre este verano. Porque mientras el camerunés entiende y se adapta a su nuevo rol, como segunda o tercera espada (ahora mismo es el cuarto máximo anotador), mientras estos Raptors encuentran su identidad, Barnes sigue creciendo. Y Siakam no está siendo de gran ayuda: 2/12 en tiros, pese a los seis rebotes y cinco asistencias.
Y mientras Barnes hace de líder y referencia, y Schröder y Poeltl juegan el pick and roll hasta la saciedad, OG Anunoby ha entendido su rol (16.2 puntos, 42.5% triple). Como Siakam, el británico será agente libre también en verano. Y a la hora de tomar una posible decisión, el rendimiento que están teniendo junto a Scottie es clave: porque Barnes será la cara de la franquicia la próxima década. No lo pusieron en el mercado por Kevin Durant, ni por Damian Lillard, y es la gran apuesta de estos Raptors. Visto que ya es una realidad, la gran pregunta es saber qué pasa con Pascal Siakam. Y en las oficinas de Toronto se están planteando la misma duda.
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