Tiene la misma caída de párpados que el padre y viste su dorsal, el 3. Y cuando le vemos en acción, sabemos que ha heredado también su habilidad para jugar al baloncesto.
Zaire, de 13 años, no puede negar que es hijo de Dwyane Wade, aunque sea zurdo y no diestro como su progenitor. Pero apunta muy buenas maneras: descaro, manejo de balón, tiro, visión de juego…
«Tiene mucho trabajo por hacer pero me gusta lo que veo. ¡Un jugador completo!», ha tuiteado con orgullo el padre al verle jugar.
Es pronto para saber si llegará a estrella como el padre, triple campeón NBA con los deat. De momento, mírale en acción en un campus de John Lucas en Philadelphia y disfruta con su juego:
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