Casi 4 años después de su último partido y después de superar una grave lesión de ligamento cruzado anterior en su rodilla derecha, Baron Davis ha vuelto a pisar una pista de baloncesto.
Lo ha hecho en la D-League con su nuevo equipo, los Delaware 87ers.
Davis estaba retirado, dedicado a su familia (mujer y dos hijos), produciendo un documental y acudiendo ocasionalmente al Staples Center a ver NBA.
Constantemente le llegaba una petición de todo el mundo: “’Queremos verte jugar de nuevo’. Lento pero seguro lo empecé a usar como motivación y ahora estoy aquí. Creo que cada jugador lo deja cuando quiere retirarse por voluntad propia o porque no es necesariamente bueno. Ser retirado del Garden en camilla no fue mi situación ideal de dejar el basket”.
El base saltaba a pista en el primer cuarto del partido que enfrentaba al filial de los 76ers con Iowa Energy. Su primera canasta, un mate. Un triple frontal lejano y una asistencia en forma de alley-oop, algunos de los destellos del debut.
Al descanso el equipo ganaba por 56 a 50 con 5 puntos, 4 asistencias y 3 recuperaciones de Davis en 12 minutos. Acabarían perdiendo por 106 a 114 con 8 puntos, 4 asistencias, 3 recuperaciones y 1 rebote en 19 minutos del 13 temporadas NBA. Su primera gran batalla, con las faltas personales: 5.
“No hay presión. No tengo que responder a nadie. Estoy aquí como un espíritu libre, paz mental”, dice. ¿Le volveremos a ver en la NBA?