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5 ‘big-three’ que no ganaron la NBA pese a su enorme calidad

5 ‘big-three’ que no ganaron la NBA pese a su enorme calidad

Repasamos cinco alineaciones que, pese a tener un destacado 'big-three' en sus filas, nunca ganaron un título de la NBA

Los grandes equipos no siempre consiguen los objetivos marcados. Pese a que es habitual ver a plantillas con un big-three (es decir, un triplete de jugadores que destaca por encima del resto debido a su calidad) pelear por ganar la NBA, no todas lo logran.

A continuación vamos a repasar varios ejemplos en los que un big-three no siempre es suficiente para ganar la mejor liga de baloncesto del planeta: la NBA.

· Chris Paul, Blake Griffin y DeAndre Jordan en los Clippers. Si descontamos la situación en la que se encuentra el equipo en el mismo momento en el que se publica este texto, con Kawhi Leonard, Paul George y una clara aspiración a ganar el Anillo, hablamos de la mejor plantilla que han tenido los Clippers hasta la fecha. Por ahí andaban también los Jamal Crawford o J.J. Redick, con ‘Doc’ Rivers como entrenador y con expectativas tan altas como para que incluso se les pusiera un mote: ‘Lob City’. Después de los dos títulos de los Lakers en 2009 y 2010, hasta parecía que los Clippers eran el equipo a seguir en Los Ángeles. Poder elegir a Blake Griffin en el número 1 del Draft 2009 para que jugara en 2010 y que en 2011 se uniera al club Chris Paul, el base de más nivel del momento, impulsó a esta franquicia en popularidad y posibilidades. Su estilo, vivaz y basado en acciones muy espectaculares, era otro punto a favor. Llegaron a la postemporada en seis ocasiones seguidas, pero no pasaron de las semifinales de la Conferencia Oeste; en la retina, 2015: victoria agónica ante los Spurs, campeones en ese momento, y derrota catastrófica contra los Rockets y con tiro en el pie incluido unos días después.

· Vlade Divac, Chris Webber y Peja Stojakovic en los Kings. Uno de los juegos interiores de más calidad del inicio del siglo XXI se pudo ver en Sacramento. La aparición de los Spurs de Gregg Popovich y de los Lakers del triplete con Kobe y Shaq les alejaron de una corona que tal vez sí merecieron. Aquellos Kings alcanzaron grandes cotas de aceptación ayudados por el juego vertiginoso que proponía Jason Williams, una revolución visual para la época, o a otros buenos jugadores como Mike Bibby o Doug Christie. A Divac, con probada calidad, y a Webber, con un liderazgo cada vez más prominente, se unió Stojakovic, otro balcánico que destacaba por un tiro exterior casi infalible y que terminaría siendo campeón en 2011 con los Mavericks. Una serie de 2002 en la que los árbitros y hasta David Stern fueron protagonistas, para el recuerdo.

· Marc Gasol, Mike Conley y Zach Randolph en los Grizzlies. Si bien se pude tener a éstos más como equipo que sólo como trío, ya que se reconoce a estos Grizzlies como los del ‘grit & grind’, había un salto de calidad bastante ostentoso entre ellos y los demás. Por ejemplo, con un Tony Allen que era el que marcaba la pauta en defensa, el rasgo más característico de este conjunto. La salida de Pau Gasol rumbo a los Lakers dio pie a que llegara su hermano Marc, dominante en España e incluido de igual forma en aquel traspaso, y a que éste formara con Randolph una de las parejas interiores del momento. Randolph se encontraba en un impás y recuperó su mejor forma en Memphis. Mike Conley, un base ambidiestro que, para sorpresa de muchos, no llegó a ser jugar un All-Star, era el manejaba los hilos en la cancha pero también el que daba aire con puntos cuando el equipo se atascaba. El acierto con esta alineación se extendió varios años y tuvo hasta a tres entrenadores (Lionel Hollins, Dave Joerger y David Fizdale) bajo su paraguas. En 2013 alcanzaron su punto más alto, con Gasol siendo el Jugador Defensivo del Año y alcanzando las finales de la Conferencia Oeste.

· Mark Price, Larry Nance y Brad Daugherty en los Cavaliers. En Cleveland tuvieron oportunidad de hacer algo grande antes de que LeBron James siquiera jugara al baloncesto. Con ‘The King’ consiguieron su primer campeonato, pero hubo más chances de hacerlo (además de las de los Spurs y los Warriors donde también estuvo James). En el inicio de la dinastía de los Bulls de Michael Jordan en los 90 también estuvieron ellos, haciendo de nexo con los ‘Bad Boys’ de Detroit pero sin llegar a lograr el objetivo de romper a ganar. En 1992 y 1993 los Bulls echaron de los ‘playoffs’ a los Cavaliers; en ese primer año tuvieron a seis jugadores promediando más de diez puntos por partido y a Brad Daugherty, que salió de los Tar Heels al igual que Jordan, con 21,5 puntos y 10,4 rebotes. En este equipo, otro viejo conocido: Steve Kerr.

· Steve Nash, Amar’e Stoudemire  y Shawn Marion en los Suns. Con Mike D’Antoni en el banquillo, Steve Nash ganando dos premios de MVP y una filosofía que rompía esquemas y que consistía en contar con sólo siete segundos para armar ataques, lo que multiplicaba las posesiones y los puntos de los partidos, aquellos Suns marcaron una época. Con otros mimbres intentaron hacer sombra a los Lakers en 2010, pero fue entre 2004 y 2008 donde fueron más peligrosos: tres años en los que los Spurs les apearon de la lucha, pero curiosamente fue ante los Mavericks que llegaron a las finales ante los Heat en 2006 donde lo tuvieron mejor. No todo era el pick&roll entre Nash y Stoudemire: Leandro Barbosa, Grant Hill, Boris Diaw, un Shawn Marion que fue al All-Star en cuatro ocasiones durante sus años en Phoenix…

 

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