Ha protagonizado, hasta ahora, el gran bombazo del mercado de fichajes de la NBA. Un movimiento que nadie espera después de su renovación el verano pasado por 5 años y 173 millones de dólares. Ni el propio Blake Griffin se imaginaba acabar medio año después en Detroit. Y así se quedaba: «En shock es una buena manera de decirlo».
Además, después de 7 temporadas y media en los Clippers, que le eligieron con el número 1 del draft de 2009, a Blake Griffin tampoco le gustaron las formas de su salida.
«El baloncesto es un negocio, la NBA es un negocio, y ellos tomaron una decisión», dijo Griffin en su presentación con los Pistons. “Sólo me habría gustado saberlo o haber tenido la oportunidad de hablar con alguien de antemano. Saberlo a través de Twitter, a la vez que el resto de la gente, es una manera dura de enterarte cuando has estado tanto tiempo con una franquicia. Pero al final, el baloncesto es un negocio y yo quiero jugar en un equipo que me quiera. Y por eso estoy entusiasmado de estar aquí».
Ahora, el ala-pívot ya piensa en la pareja que puede formar con Andre Drummond: «Creo que podemos ser muy dominantes. Tenemos que empezar a trabajar junto. Soy un fan de la manera de jugar de Andre desde hace mucho tiempo. Cuando llegó, pierdas ver el talento que tenía, talento en bruto. Y luego, viendo la maduración a lo largo de su carrera, es fantástico. Ha sumado movimientos en el poste y puede acabar jugadas de diferentes maneras».
Y continúa elogiando a su nuevo compañero: «Tiene más talento del que se le reconoce. No sé qué piensa de él la gente de equipo, sé que le quieren mucho, pero también sé que es mejor jugador del que lo que la gente se da cuenta, y eso que saben que es un buen jugador».
