Todo apunta a que Carmelo Anthony no renunciará a los 27.9 millones de dólares que tiene firmados para la próxima temporada. Anthony tiene hasta la madrugada de este sábado para ejercer la opción de su contrato y salir al mercado de agentes libres, pero el New York Times adelanta que su intención es bien distinta: mantener ese año de contrato y negociar una rescisión con los Oklahoma City Thunder.
Tras caer eliminados en primera ronda contra los Utah Jazz, Anthony reconoció públicamente su malestar con su papel en el equipo y dejó caer su intención de marcharse, pero es consciente de que su valor de mercado está muy por debajo de esos 27.9 millones de dólares y que además este verano habrá poco espacio salarial, por lo que en ningún caso podría aspirar a esas cifras.
«Tengo que pensar si realmente quiero ser este tipo de jugador, terminar mi carrera como este tipo de jugador, sabiendo que me queda tanta gasolina y que puedo aportar tanto», dijo en rueda de prensa. Esos 27.9 millones eran el gran riesgo que corrían los Thunder cuando lo ficharon.
La decisión de Carmelo Anthony podrán en un serio aprieto a los Thunder, que este verano quieren renovar a Paul George. El salario máximo de George para la próxima temporada empezaría en unos 30.3 millones de dólares (si usamos la proyección actual del límite salarial, que está en 101), lo que sumando a los contratos de Anthony, Russell Westbrook y Steven Adams podría disparar su factura por el impuesto de lujo cerca de los 80 millones.
En un papel muy secundario, Carmelo Anthony ha firmado los peores números de su carrera: 16.2 puntos con un 40.4% en tiros de campo y 5.8 rebotes.
¿Qué pueden hacer los Thunder?
Oklahoma podría mantener a Carmelo Anthony, pero vista su mala adaptación al equipo y lo poco dispuesto que parece a seguir sacrificándose, lo más probable es que haya jugado su último partido con los Thunder. Ahora bien, tienen varias opciones para buscarle una salida.
- Rescisión de contrato. Pactar la salida por una cantidad ligeramente inferior a esos 27.9 millones. La cantidad que el jugador esté dispuesto a perdonar suele depender de lo pueda conseguir como agente libre, pero hay que tener en cuenta dos factores: que este verano hay poco espacio salarial libre, que el caché de Anthony ha bajado mucho y que el resto de franquicias no le harán un favor a un rival.
- ‘Stretch provision’. Los Thunder pueden usar la ‘stretch provision’. Las franquicias pueden cortar un jugador y dividir el salario restante «entre el doble de años más uno». Como Anthony tendría sólo un año de contrato restante, sería tres temporadas (2 x 1 + 1). De esta manera, esos 27.9 millones se convertirían en 9.3 al año durante las próximas tres temporadas.
- Traspaso. Siempre existe la posibilidad de buscar un traspaso, pero es muy improbable por muchas razones: hay pocos equipos dispuestos a asumir un contrato tan grande, y menos aún por un jugador en declive y con problemas de adaptación; si hay alguien interesado, probablemente los Thunder tendrían que compensar con una primera ronda de draft; si espera lo justo, un equipo sabe que puede conseguirlo en la agencia libre.
- Quedarse a Anthony. La opción menos probable, tanto por los problemas adaptación al equipo como por la rajada tras caer eliminados en playoffs.
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