Charles Barkley tiene numerosas anécdotas y momentos curiosos durante su carrera en la NBA. Su figura como analista le ha impulsado todavía más como polemista, que ya le perseguía cuando era un (fantástico). Uno de los chascarrillos que suele rememorar cada cierto tiempo es el que en 1992, según su testimonio, le llevó a jugar ebrio.
Barkley llevaba ocho temporadas en los 76ers cuando quiso dar un giro a su carrera pese a contar con muy buena reputación en Filadelfia. El ala-pívot promediaba 23,3 puntos y 11,6 rebotes, pero su mente empezaba a estar en otro sitio. «Mi agente me llamó una mañana y me dijo: ‘Ey, vas a ser traspasado hoy a los Lakers’. Y mis amigos y yo salimos a celebrarlo por ahí y empezamos a beber alcohol ya al mediodía», cuenta. «Me llamó después y me lo confirmó: ‘Oye, ya has sido traspasado a los Lakers. Están cerrando los detalles’. Me dijo que me llamaba después», añade.
Los Lakers ya habían quedado un tanto apartados de la lucha por el título y la era del ‘show-time’ era ya algo del pasado. Una estrella como Charles Barkley era lo que necesitaban para recuperar el punto de competitividad que se había perdido…
La historia no acabó como ‘Chuck’ esperaba y le llevó a protagonizar un momento realmente ridículo: «Estaba por las nubes. Me llamó tres horas después, a las 15:30, y me dijo: ‘Los Sixers han echado abajo el acuerdo’. Y estoy borracho como un piojo y teníamos un partido esa noche… ‘¿Qué? ¿Por qué me haces esto?’ , le pregunté. Los Sixers se habían acobardado. Y le dije: ‘Tienes que estar de broma, tío. Tenemos un partido hoy y he estado bebiendo desde por la mañana’. Lo gracioso es que sigo sin recordar cómo jugué aquella noche; supongo que lo hice mal porque estaba realmente enfadado con los 76ers por no haber cerrado el traspaso».
Barkley terminó en los Suns, esta vez sí con un acuerdo cerrado, y con el equipo de Phoenix llegó a las Finales NBA sólo un año después de este extraño suceso.
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Foto: Sam Forencich / Getty Images
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