Los Dallas Mavericks pasan por el momento más crítico de toda su temporada. A la lesión de Luka Doncic, sufrida el pasado 25 de diciembre, se le ha sumado la baja de Kyrie Irving, que se perderá las próximas dos semanas por un problema en la espalda. La ausencia de las dos estrellas llega en un tramo donde los Mavs han bajado considerablemente su rendimiento, viendo cómo pasaban de pelear por las primeras posiciones del Oeste a tener el abismo del Play-In cada vez más cerca. Y en la noche del 6 al 7 de enero, los de Jason Kidd perdieron el que es su 5º partido consecutivo, siendo superados con claridad por los Memphis Grizzlies por 119 a 104.
De poco sirvió el buen inicio fruto del trabajo de PJ Washington y Klay Thompson, los llamados a tirar del carro en las próximas semanas, pues pronto la profundidad de los Grizzlies terminó por imponerse. El nivel defensivo de Memphis mermó progresivamente a Dallas, que tras lanzar al 53% en el primer asalto se quedó en un 36,1% en los 36 minutos siguientes. Todo esto al mismo tiempo que Jaren Jackson Jr imponía su ley, terminando la velada con 35 puntos en 13 de 23 tiros de campo, con 13 rebotes, 5 asistencias y 3 robos.
JJJ is COOKIN’ in these isolations 😤
Up to 33 and the Grizzlies lead by 9 in the 4th! pic.twitter.com/sVdTLYkEYi
— NBA (@NBA) January 7, 2025
La derrota de los Mavs sirve para ejemplificar el mal momento que atraviesa el equipo texano. Incluso eliminando el factor lesión con las bajas de Doncic e Irving, el equipo llevaba varias semanas arrastrando un nivel de juego mejorable. Las victorias llegaban, pero el grupo no convencía, creciendo las dudas sobre nombres como Daniel Gafford, Naji Marshall o incluso PJ Washington, muy desacertado de cara al aro. La baja del esloveno no ha hecho más que acrecentar la realidad del grupo, un conjunto que peca de predecible y que en defensa ha experimentado un importante paso atrás.
Lo preocupante de la situación de Dallas no reside solo en el largo periodo de tiempo que Doncic tiene por delante hasta volver, estimándose su regreso para justo antes del NBA All-Star Weekend que se celebrará a mitad de febrero, sino que la lesión de Irving puede alargarse más de lo estimado. La estrella de los Mavericks tiene un disco inflamado en la espalda, lo que es un mal compañero de viaje por lo impredecible que es esa zona del cuerpo y lo difícil que es recuperarse correctamente en plena temporada.
Si eso no fuese suficiente, en el horizonte está el cierre del mercado de traspasos (6 de febrero), con los rumores e informaciones cruzadas que lleva consigo. Esa mezcla de factores deja un escenario nada optimista para el futuro a corto plazo del conjunto dirigido por Jason Kidd.
Los Mavs se han desplomado sin Doncic, acumulando un balance de 1 victoria y 5 derrotas, todas ellas seguidas, acumulando un -7,8 de net rating que hacen de ellos el tercer peor equipo de toda la NBA, solo por delante de los Nets (-8,2) y Raptors (-21).
El único atisbo de optimismo viene por el calendario, el cual debería darles un respiro a los texanos pues se medirán a los Lakers, Blazers y dos veces contra Nuggets como locales. Un lapso de una semana entera en casa que ayudará a corregir ciertos problemas y dar pronto con soluciones. En caso opuesto los Mavericks terminarán por desplomarse mientras la presión sobre la gerencia para hacer movimientos crece.
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