«Había un tipo muy pesado que no paraba de gritarme cosas. Y no paraba y no paraba. Le dije: ‘Les vas a meter en un problema, que yo estoy aquí para eso’. Siguió insistiendo y en la segunda parte ya no escuché ni una palabra. Así fue», confesaba Damian Lillard después del Magic-Blazers de anoche en el que él fue el hombre más buscado.
Lillard explicaba esto en la entrevista televisiva del final de partido. Lo hacía porque había metido 34 de los 41 puntos con los que terminó el encuentro en la segunda parte para que sus Trail Blazers salieran de Orlando con la victoria (114-128).
«Normalmente lo habría ignorado, pero hablaba tan fuerte y estaba diciendo cosas tan locas que decidí contestarle». Lillard habla de un aficionado que sentó detrás de la zona de banquillos y que se puso a increparle, lo que hizo que se motivara aún más y lograra esos 34 puntos (que suponen el récord de la franquicia en una segunda parte).
Zach Collins, con un perfecto 7/7 en tiros, y C.J. McCollum, con 22 tantos, se sumaron a un Lillard que añadió además a su estadística 7 rebotes y 6 asistencias.