Se ha cumplido una década del retiro de Darko Milicic, uno de los talentos europeos más prometedores de su época. El serbio fue elegido por los Detroit Pistons en el número 2 del Draft de 2003, por delante de jugadores como Carmelo Anthony, Chris Bosh o Dwyane Wade.
Sin embargo, la carrera de Darko Milicic está marcada por la fama de jugador difícil de entrenar y, aunque cuenta con un anillo en su palmarés, nunca acabó alcanzo el nivel que se suponía que tenía. En una larga entrevista con Giannis Stavroulakis para el portal griego Gazzetta, Milicic cuenta por qué su carrera en la NBA acabó siendo una pesadilla para él:
«Mucha gente intenta hablar por mí, contar historias sobre mí, sobre quién soy y qué me gusta hacer, sobre cómo terminó mi carrera y que debería seguir jugando baloncesto. Pero nunca entendieron por lo que pasé en la NBA», explica Milicic. «Nunca entendieron que esta fue la parte más difícil de mi vida. Y por supuesto, ni siquiera yo podría haber imaginado, cuando tenía 16 ó 17 años, que el baloncesto se convertiría en mi pesadilla. Porque viví una pesadilla«.
«Yo era uno de los mayores talentos que existían. Era uno de los mejores jugadores jóvenes de Europa, sabía lo que podía hacer y pensaba que tenía el mundo entero a mis pies. Al final, no estaba preparado. Porque, exactamente, la NBA es un gran paso y ¡en mi cabeza todavía era un niño! Intenté llevarme bien con todos. Pensé que era el más inteligente y el más talentoso: ¡intenté ser ese jugador que no podía fallar! ¡Ese pensamiento estaba atrapado en mi cabeza! ‘Tengo que triunfar. Aunque no haga nada en Estados Unidos, tengo el talento y quiero triunfar’. ¡No! El talento es sólo el 20%. Si no trabajas, seguirás siendo un talento toda tu vida. Entre 30 y 35 años seguirás siendo un talento. Me di cuenta demasiado tarde».
«La NBA fue una experiencia dolorosa para mí y la gente no puede entenderlo. Pensaban que yo era el tipo que estaba feliz de jugar en la liga. Pero las cosas no fueron así. ¡Yo sé quién soy! Sé lo que puedo hacer. Quiero dar un paso adelante y ser un líder. Ya sea jugando baloncesto, pescando, cazando ciervos y lobos, jugando a las cartas con mis amigos… Así es como me siento y así soy. Pero con mi comportamiento, tendría sentido que pensaran que Darko es… feliz sólo porque está en la NBA».
Darko Milicic también relató varios conflictos que tuvo a lo largo de su carrera, principalmente con Ben Wallace, Kevin Love e Igor Kokosvov:
«Me reí de gente de la que no debería haberme reído. En los Detroit Pistons estaba Ben Wallace, una leyenda. Lanzaba un tiro libre y yo me partía de risa en el banquillo. Me decían: ‘No te rías, es un All-Star’. Y yo decía: ‘Este tipo es un All-Star, pero no puede meter canastas’. Después de dos años, me pasó a mí: fallaba tiros libres. Ben Wallace es uno de los jugadores más trabajadores que he conocido. Y un joven, que era un pedazo de mierda, se reía de él. Un imbécil que creía que nunca le pasaría a él. Ahí es cuando Dios te castiga por tu arrogancia».
Después, Milicic recordó su encontronazo durante su etapa en los Minnesota Timberwolves, cuando GM del equipo le dijo que le mantendrían en el equipo sólo si se disculpaba con Kevin Love:
«Vi a gente a la que lo único que le importaba era conseguir las estadísticas y ver cuántos puntos y cuántos rebotes habían conseguido en el partido. No les importaba si el equipo perdía o no. No podía creer lo que estaba pasando delante de mis ojos. ¿Debería disculparme con ese llorón? ¡Nunca! Le expliqué que entiendo que es un jugador muy importante para el equipo, que es un All-Star, pero no puedo aceptar que esté contento por haber anotado 20 puntos y 15 rebotes mientras el equipo perdía».
En cuanto a Kokoskov, Darko Milicic reconoció haber llegado borracho a algún entrenamiento cuando el técnico serbio era asistente en los Pistons:
“Me agarró y dijo: ‘¡Tú, gilipollas! ¡Hueles como el culo!’ No me importó. Olía alcohol, pero no me importaba. Salía de la discoteca a las 7 de la mañana y entrenaba a las 9. ¡Tú dame el balón! ¡Y te destrozaré! Me convertí en el villano de la historia. Quería demostrarles que se estaban equivocando al no dejarme jugar. ¿Qué tengo que demostrar? ¡Tenía 18 años en un equipo campeón y estaba borracho en el entrenamiento! ¿Qué quería realmente de mi vida? ‘¿No me dejas jugar? ¡No te respeto! ¿De qué equipo de la liga me estás hablando? ¡No me importa! Dame la oportunidad de jugar’. Quería tener éxito. Pero todo fue mal».
Foto: Getty Images
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