«Creo que Denver nos está machacando para ser honesto«. Con estas palabras Austin Reaves resumía y condensaba lo que está siendo una prueba en directo de la enorme superioridad de los Nuggets en estos NBA Playoffs 2024. Los vigentes campeones no han dado opción a unos Lakers que se están dejando el alma en cada encuentro. Sin embargo, el balance apunta a ser el mismo que el del año pasado, barrido por 4 a 0 o, en el mejor de los casos, un 4-1.
Cada una de las tres veladas en las que se han visto las caras se ha dado un tipo de duelo distinto, un síntoma de las diferentes pieles que puede adoptar el conjunto dirigido por Michael Malone. Si en el estreno Denver mostró su cara más aplastante con una superioridad manifiesta, en el segundo la cosa fue de remontadas con el game winner de Jamal Murray como broche. Mientras, en este último, los Lakers lo dieron todo, resultando impecables durante la práctica totalidad del choque. Pero en un brevísimo tramo de 4 minutos en el último asalto, los Nuggets subieron una marcha, apretaron en defensa y dejaron a los angelinos atrás sin que estos pudieran hacer nada.
Los equipos campeones y viven para prolongar su éxito en el tiempo lo son porque tienen una compenetración que supera lo fácilmente explicable. La unión de todas las partes en una única dirección es lo que define a unos Nuggets que, en la conjunción de Jokic, Murray, Porter y Gordon, se convierten en una fuerza imparable contra todo y contra todos.
El dominio de los de Colorado es tal que genera una sensación de impotencia en sus rivales. Una situación incómoda y de difícil resolución debido al minúsculo margen de maniobra con el que cuentan los Lakers. «Podemos hablar de ajustes, podemos hablar de esto y aquello, pero al final del día, tenemos que dar lo mejor de nosotros en los partidos», continuó Reaves en rueda de prensa. Una sensación de incapacidad compartida por LeBron James incluso.
“Esto es postemporada. Hemos estado… este chico [Anthony Davis] y yo hemos estado jugando juntos durante seis años. Hemos estado en la cima de la montaña”, explicó la estrella en relación al camino experimentado por ambos. “Hemos estado cerca de la cima de la montaña. Hemos jugado muchos partidos. Sabemos lo que se necesita para ganar. Sabemos lo que se necesita para ganar un campeonato y lo casi perfecto que debes ser. Eso no es algo que sea tan extraño de obtener. He sido parte de eso cuatro veces en el que hay que tener el baloncesto más perfecto para ganar”.
En este inicio de Playoffs los Denver Nuggets están rozando la perfección, algo de lo que ya habían avisado en otros momentos de la temporada, pero que en el mayor escenario que existe están probando que no había sido un espejismo.
Tres duelos han sido suficientes para que los vigentes campeones presenten sus argumentos para revalidar el anillo. Un fantástico momento amparado en el equilibro entre ataque y defensa que hace de los Nuggets un conjunto con un +8,2 de net rating, el tercero mejor en este inicio de Playoffs, solo por detrás de Oklahoma City Thunder (+17) y Minnesota Timberwolves (+18,9). Los de Colorado, a diferencia de ellos, ya han disputado tres partidos de postemporada.
Lo más llamativo de todo es que Denver está teniendo bastantes problemas para ser efectivo desde la larga distancia, mérito también del trabajo de los Lakers en defensa. Sin ir más lejos, los Nuggets son el peor equipo al triple en estos Playoffs, conectando tan solo el 26,9% de sus intentos. Todo ello pese a generar buenas situaciones de lanzamiento, ya que únicamente han conseguido anotar el 26,2% de sus triples completamente abierto.
¿En qué se traduce esto? Que en el momento que los Nuggets hagan click en ataque es probable que no haya equipo que pueda detenerles.
Que aun generando situaciones de lanzamiento a pies quietos propicias que no les han entrado hayan podido poner el 3-0 en la eliminatoria es una prueba muy tangible del verdadero potencial de los de Colorado.
Pese a esto, la clave del dominio de los Nuggets reside en su capacidad para generar juego desde los postes, pintura y producir acciones de gran valor por medio de sus bloqueos, tanto directos como indirectos:
El momento mental y de juego que atraviesan los Denver Nuggets sirve como aviso a navegantes. Quien aspire a derrocar a los campeones deberá encontrar antes que nadie el antídoto ante un Nikola Jokic imperial, alguien capaz de producir situaciones de ventaja sin descanso. Junto al serbio, Jamal Murray parece haber dejado atrás todo problema físico, condensando una vez más su condición de jugador nacido para Playoffs a través de un apetito voraz por los momentos calientes de cada choque.
Ni siquiera con los Lakers llegando a tener una renta de 12 puntos al borde del descanso, Anthony Davis a un magnífico nivel y LeBron James haciendo olvidar su edad los californianos están pudiendo poner en aprietos a unos Denver Nuggets que, salvo lesión, son los grandes favoritos a todo.
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