La marcha de una leyenda siempre es dura, y es por eso que el mundo del baloncesto no ha parado de llorar desde la despedida, esta pasada madrugada, de Dirk Nowitzki.
La leyenda alemana de los Dallas Mavericks se despidió de su público y de todo los seguidores del planeta basket al finalizar su último partido con la camiseta de los Mavs, la misma que ha vestido en cada una de las 21 temporadas que ha estado en la NBA.
«Como podéis esperar, este es mi último partido en casa», dijo un emocionado Nowitzki después de que los Mavs pusieran un vídeo para homenajearle. Todo el American Airlines Center se fundió en un aplauso eterno que representa el máximo respeto que se ha ganado Dirk a lo largo de toda su carrera.
Los empleados de los Dallas dando la bienvenida a DIRK antes de anunciar su retirada
Cuando te vas así, algo has hecho muy bienpic.twitter.com/HhYtImHiuD
— KIA en Zona 🏀 (@kiaenzona) 10 de abril de 2019
El, posiblemente, mejor jugador europeo de toda la historia, se marcha de la mejor liga del mundo con un anillo épico, el conseguido en 2011, y con el afecto de cuantos le han conocido dentro y fuera de las canchas. Un tipo especial que pone fin a su trayectoria con el mejor partido del curso: 30 puntos, 8 rebotes y 3 asistencias en la victoria de su equipo ante los Suns por 120 a 109.