LeBron James volvió a triunfar en el All-Star. El año pasado ya dejó a todos boquiabiertos junto a su equipo al protagonizar un gran partido que vislumbró un cambio, tras el de formato, en la forma de tomarse esta pachanga, que al final y al cabo es lo que es. Esta vez, en Charlotte (Carolina del Norte), hogar del cumpleañero Jordan, ha refrendado lo expuesto.
Empezó muy bien el equipo de Antetokounmpo, que partía como el menos favorito de los dos, más enchufado y con más acierto de cara al aro de la mano del griego, que iba a por todas.
La 2ª parte, con triples de Beal, Lillard o Thompson y buenas defensas para armar una remontada de 20 puntos, sobre todo con un Durant al que se le notaba con ganas de ganar, fue radicalmente distinta. El equipo de negro se lanzó a por el encuentro y no se echó atrás.
Kevin Durant, precisamente, fue galardonado con el MVP. Anotó 31 puntos.
El encuentro dio con su final con el abultado marcador de 164-178.