El movido verano en los Lakers ha dejado a Lonzo Ball en una posición complicada. No porque se vaya a ir, al menos de momento, pero sí por un intento de motu propio de que así no sea. Ball sufre una lesión en el menisco de una de sus rodillas, y ahí radica un problema que desgrana bien su podcast Adrian Wojnarowski.
Los Lakers no querían que la lesión trascendiera a la luz pública para no frustrar ningún plan de mercado que pudieran tener, incluyera o no a Ball en ellos. Pero el entorno del jugador filtró a la prensa las molestias, que «podrían acarrear una operación» según comenta el periodista, para persuadir a todos los equipos interesados de introducirle en un canje como moneda de cambio.
De sobra conocido es que los Ball aspiran a jugar en los Lakers y sólo en los Lakers…
Pero la táctica no les ha salido tan bien. Wojnarowski, que sabe perfectamente cómo respiran los equipos, cree que el fichaje reciente de Rajon Rondo responde a un toque de atención hacia Lonzo Ball y sus acólitos. «Les han mandado un mensaje», dice: «Lonzo Ball no pudo estar todo el año en la cancha y hay algunas dudas sobre su forma física. Rondo va a retarle, va a querer quitarle el puesto».
Mucho tiene que ver LeBron James y el plan original de la franquicia para él, por supuesto, pero el perfil de Rajon Rondo responde a competencia directa -por mucho que LaVar Ball lo evite- para el ahora sophomore de los púrpura y oro.
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