Todavía se acuerdan en el ‘Dream Team’ del momento que cambió la concentración para el Mundial de España de hace un año. Al intentar taponar a James Harden, Paul George se ‘partió’ la tibia y el peroné. Una lesión que le dejó ocho meses lejos de las canchas y amenazaba con acabar con su carrera.
Así se lesionó Paul George con Estados Unidos…
Pues bien, parece que el alero de los Pacers ha vuelto. Y lo ha hecho mejor que nunca. En sus primeros once partidos de la temporada así lo demuestra. Tras empezar algo irregular, promediando 17 puntos en sus primeros cuatro encuentros, su media ha crecido espectacularmente desde entonces. No ha bajado de los 26 puntos anotados en los siete encuentros restantes y es el sexto máximo anotador de la NBA. ¿Números de MVP?
Desde luego que superar una lesión tan grave y estar a un ritmo tan alto de juego sólo está al alcance de los mejores. A Miami fue capaz de anotarle 36 puntos. Ante Philadelphia la pasada madrugada, anotó más puntos, (34), que minutos de juego (32). Lo hizo, además, con unos magníficos porcentajes en tiros de campo, por encima del 50%, y con un acierto notables desde la línea de tres puntos (5/10).
Su equipo ha notado la llegada de George de manera muy positiva. Con él, en la pista, Indiana tiene un +30 a favor en los últimos encuentros. Ha ganado cuatro de los últimos cinco partidos. Su derrota fue por tan sólo un punto en la pista de Chicago Bulls.
El dato que muestra que George ha vuelto a lo grande no se ve en los puntos. Sus 8,6 reboteadores de promedio son los más altos de su carrera. Más cerca del aro, jugando de ‘4’, hace aún más daño. Un dolor, el que le produce a los rivales, que ya superó el alero, que piensa en grande. Y un MVP lo es.
Y asi destrozó a Philadelphia la pasada madrugada…
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