No es casualidad que un jugador con su físico (1.91 m y 86 kilos), sin estar hipermusculado ni saltar más que nadie, domine la NBA a su antojo.
Stephen Curry martiriza a los rivales y juega con ellos a su antojo porque entrena como el que más… y de manera muy especial. Lo corrobora un vídeo de la CSN que reproduce Bleacher Report.
El base de los Warriors es capaz de botar el balón con una mano mientras con la otra lanza y caza al vuelo una pelota de tenis. Y todo ello, llevando unas gafas que le obligan a mirar al frente.
Un ejercicio que repite botando con la derecha y con la izquierda. ¡Qué malabarista!
Así se explica por qué nadie es capaz de robarle el balón en los partidos y por qué es el mejor anotador de este inicio de temporada NBA, con 35,8 puntos de media, muy por delante de Kevin Durant (29,2).
Éste es el secreto del mejor jugador de los vigentes campeones.
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