Cuando a un equipo todo le sale de cara le sonríen hasta las cosas que no debería poder controlar. Los Memphis Grizzlies acumulan ocho victorias en los últimos nueve encuentros. La última, más que sufrida, tras ir ganando por distancias cercanas a los 20 puntos, frente a los Sacramento Kings por 121-117.
Esos elemento no controlables, ocurrieron en el FedEX Fórum. Con los jugadores de Tennessee venciendo holgadamente en el segundo cuarto, (45-28), DeMarcus Cousins sufrió un esguince de tobillo. Algo doloroso, pero común en el mundo de la canasta. Tras pasar por el vestuario, regresó a la pista para hacer 17 puntos y 14 rebotes. No terminaría el choque. Cuando tienes un dolor, todo va ahí. En la disputa por un balón dividido, Marc Gasol cayó encima de su aquejado tobillo y terminó de sentenciarle.
El pívot de Sant Boi no fue protagonista del choque por esa acción. Lo hizo por jugar un notable partido y conducir a su equipo a la victoria. Acabó con 21 puntos y seis rebotes, con un 50% en tiros de campo, (7/14), y un 100% desde el tiro libre, (8/8). Más determinante aún se mostró un Jeff Green en estado de gracia, que anotó 29 tantos.
Los Kings remontaron en un último cuarto donde sumaron 40 puntos, que les pusieron muy cerca de los locales. Tanto que a falta de 18 segundos para el final se colocan a un punto, (118-117), tras un triple de Darren Collison. Héroe y villano el base de los jugadores de George Karl. En la siguiente acción, y con su equipo tres abajo, perdió la bola para empatar el partido. Triunfo, uno más, para el conjunto de Dave Joerger.
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