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Empiezan las NBA Finals: Cinco claves para decidir el campeón

Empiezan las NBA Finals: Cinco claves para decidir el campeón

La defensa sobre Nikola Jokic, el rol de Tyler Herro en su vuelta, qué Jamal Murray veremos. Cinco claves de las NBA Finals.

Esta noche empiezan las NBA Finals con Denver Nuggets buscando su primer anillo y Miami Heat soñando con dar la sorpresa desde el octavo lugar del Este, y tras eliminar a Milwaukee y Boston por el camino. Nikola Jokic, Erik Spoelstra, Jimmy Butler, Jamal Murray, Caleb Martin… muchas claves a analizar. Aquí dejamos cinco que pueden decidir al campeón de la NBA:

La defensa en zona de los Heat

Miami es con mucha diferencia el equipo que más zona ha defendido en toda la temporada, tanto en la regular season como en los playoffs. Le sirvió para frenar a Milwaukee, para entorpecer el ataque de los Knicks y para confundir a Boston, una de las mejores ofensivas de la competición. Una defensa en zona que Spoelstra ha perfeccionado, con dos defensores de manos rápidas en la parte alta y Bam Adebayo como eje, protegiendo la pintura y al mismo tiempo guiando a sus compañeros. Una que además sirve para proteger cualquier debilidad, como puede ser Kyle Lowry o Duncan Robinson. En el séptimo incluso cambió para subir a Haywood Highsmith y jugar una 3-2 (o 2-1-2), diferente a la que practica de manera habitual.

El problema es que Denver sabe jugar contra zona mejor que nadie. Los Nuggets han anotado 121 puntos por 100 posesiones ante defensas zonales según datos de Second Spectrum, una cifra más alta que el ataque de los Kings este año (119.4, el mejor de la historia). Han sido la mejor ofensiva en temporada regular y playoffs, y es que tienen con el antídoto perfecto: Nikola Jokic. El serbio domina el arte de mover el balón, encontrar huecos en la pista y al compañero liberado. La mejor manera de batir una zona, por muy buena, es que la pelota vaya más rápido que la defensa, situar un jugador en el poste alto a la altura del tiro libre y buscar tiradores abiertos. Y ese es, en parte, el ADN del ataque de Denver.

Jamal Murray es un reto nuevo para Miami

Cuando empezó a brillar Jamal Murray en estos playoffs, lo primero que vino a la memoria colectiva fue su nivel en la burbuja, en 2020. Bautizado como Bubble Murray, el canadiense brilló hasta el punto de liderar a Denver hasta las finales del Oeste. Tres años más tarde, de los cuales casi 18 meses los pasó de baja, Murray está promediando más puntos, más rebotes, robos y tapones, y solo 0.5 asistencias menos. Ha bajado los porcentajes ligeramente, pero verle jugar sigue siendo un deleite para la vista. Y será un problema para Miami, que no ha jugado contra un base así en todos los playoffs.

Porque Jrue Holiday se tuvo que vestir de anotador por la ausencia de Giannis Antetokounmpo, pero no tiene el talento ni la eficiencia de Murray; Jalen Brunson es mucho más generador que Jamal, pese a a meter 38 y 41 en las últimas dos noches, más por necesidad que capacidad. Y en Boston, ni Derrick White ni Marcus Smart eran una amenaza. Nikola Jokic aseguraba hoy en el media day de las finales que “a veces es el mejor jugador de Denver, y a veces no”, en referencia entre otros a Murray. Van siete partidos de +30 puntos, cinco con al menos cinco triples anotados y todo siendo la segunda espada de un equipo de muchas caras. Si explota, Miami tiene pocas opciones.

La vuelta de Tyler Herro

En el primer periodo del primer partido de la primera ronda de playoffs, Tyler Herro se fracturaba dos dedos de la mano derecha, la de tirar. Se perdía el resto de la serie ante los Bucks, toda la eliminatoria contra Knicks y las finales del Este en Boston, aunque se le empezó a ver tirando a canasta. Justo al acabar el séptimo y definitivo partido, Chris Haynes dejaba caer que Herro podría volver para el tercer partido, el primero jugado en Miami. Y si bien es el segundo máximo anotador de los Heat en temporada regular, su ausencia ha sido una pequeña bendición para Miami, que ha encontrado en Gabe Vincent y sobre todo Caleb Martin los mejores secundarios del Este.

El nivel mostrado por los exteriores de Miami que han tenido que ocupar los minutos y tiros de Herro ha sido altísimo. En cada partido ha aparecido al menos uno entre Max Strus y Gabe Vincent, y hasta Duncan Robinson ha tenido momentos de gloria. Y ninguno de ellos se puede comparar a Caleb Martin, el mejor jugador de Miami en las finales de conferencia y el verdadero verdugo de los Celtics en el séptimo partido. La vuelta de Herro, sin ritmo competitivo, será otro reto para Erik Spoelstra que tendrá que analizar si prefiere mantener el bloque que ha funcionado… o si la desesperación le hace probar cosas.

Jimmy Butler busca venganza

Una cosa es jugar con ganas de demostrarle a alguien que está equivocado, y otra jugar cada noche queriendo probar al planeta entero. Jimmy Butler es la segunda. Ha sido uno de los dos mejores jugadores de los playoffs, ha conseguido que un seed #8 esté en las finales por segunda vez en la historia de la NBA y ha cargado con el peso de la ofensiva de los Heat, que si bien ha tenido grandes momentos en Martin o Vincent, ha dependido en gran parte de su estrella. Pero Butler sigue renqueante de su lesión en el tobillo, esa que le hizo perderse el segundo partido de semifinales y que le convirtió en una versión humana en los últimos cuatro partidos de la serie ante Boston.

Será ganas, intensidad y búsqueda de la venganza contra el mundo por las finales perdidas en 2020 contra lo que le permita su salud y los Nuggets. Denver es uno de los equipos más profundos de la NBA, en ataque y en defensa. Aaron Gordon y Bruce Brown serán los principales defensores de Butler, y si bien Jimmy es más rápido que el primero y más alto que el segundo, serán seguro un incordio. Y si no, siempre queda usar a Michael Porter Jr y su físico, o incluso Jeff Green si la cosa sale muy mal. Frenar a Jimmy Butler, que llega en un estado de confianza diferencial, es principal para los Nuggets.

La misión de frenar a Nikola Jokic

Y por supuesto, la clave final es frenar al mejor jugador del planeta en la actualidad. En estos playoffs Nikola Jokic se ha paseado al nivel de barrer en las finales de conferencia a la mejor defensa de la segunda parte de la temporada. Suma ocho triples-dobles en 15 partidos y ha dominado el tiempo en cada partido. Miami, en especial Bam Adebayo, tienen el reto de su vida en intentar frenar a un pívot que juega de base, a ocho metros del aro, capaz de anotar desde cualquier punto de la pista y con ojos en la espalda para encontrar al compañero solo. Y se agrava cuando el suplente de Adebayo es Cody Zeller, alguien que no forma parte de la rotación.

Pero hay una versión de Jokic que, pese a ser más diferencia, es más perjudicial para su equipo. En lo que va de playoffs, Denver ha perdido tres partidos, y dos de ellos coinciden con las máximas anotaciones de Jokic: 53 en Phoenix y 41 en Minneapolis. Cuando el Joker se centra en anotar, y no en generar la mejor ofensiva posible para los Nuggets, el equipo deja de jugar el baloncesto que Mike Malone ha impuesto desde hace un lustro. El objetivo de Miami, si hay uno, será intentar que Jokic se meta en una pelea de anotación con Jimmy Butler (o Caleb Martin) y crear una desconexión entre él y sus compañeros.

 

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