Cara a cara, Ginóbili y Ginobili. Pero no son familia.
Manu Ginóbili acaba de conocer a Ginobili Jose Rey San Miguel-Ramirez, un niño de 10 años de San Antonio que se había ganado ser ‘recogepelotas’ en el Spurs-Jazz de este lunes (118-81).
«Esto es lo mejor. Mañana se lo voy a contar a todo el mundo en el cole», asegura el pequeño Ginobili, nacido el 5 de junio de 2005, antes que arrancase la final de la NBA entre Spurs y Pistons.
Sus padres, Renee y Jorge, ya tenía dos hijos, cuyos nombres empiezan con la letra G. Y buscaron otro: empezaron a bromar con la posibilidad de ponerle Ginobili… y lo hicieron realidad.
«Va a tener que llevar ese nombre para siempre. Estaremos siempre unidos», declara Manu. Y le da un consejo: «Tienes que ser un buen estudiante para dejar en buen lugar el nombre que llevas».
La madre lo tiene claro: «Lo mejor de haberle puesto Ginobili es que lleva el nombre de alguien tan ejemplar». Y el chaval está encantado: «Ginóbili es el mejor jugador de la NBA. Él es la razón por la que me apunté a un equipo de basket».
El pequeño Ginobili es un gran fan de los Spurs, como toda su familia: cuando su bisabuelo murió hace un par de años, estaban todos juntos en el hospital viendo un partido contra los Mavericks.
Ahora ha cumplido un doble sueño: ver por primera vez un partido en directo y conocer a Manu Ginóbili.
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