“Si sentimos que va a agravarse su lesión o lesionarse, no vamos a dejarle jugar. Nuestros doctores probablemente no le dejen competir en los próximos dos meses”, decía Flip Saunders hace unas semanas cuando se conocía que Ricky Rubio recaía de la lesión de tobillo.
Hoy, en la rueda de prensa de final de temporada, el General Manager y entrenador de la franquicia de Minnesota lo ha confirmado: el base no jugará el Eurobasket con España.
10,3 puntos, 8,8 asistencias, 5,7 rebotes y 1,7 recuperaciones han sido sus promedios en los sólo 22 partidos jugados en una temporada para olvidar por sus problemas de tobillo. Además, el internacional español estrena este verano su nuevo contrato con los Timberwolves por un total de 55 millones de dólares.
Esta no es la primera campaña en la que las lesiones se convierten en un quebradero de cabeza para Ricky que sólo pudo jugar un total de 41 partidos en la 2011-12, la de su debut en la NBA, por una rotura de ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda que le tuvo de baja desde el 10 de marzo hasta el 16 de diciembre de 2012.