Shareef Abdur-Rahim es un nombre importante en el baloncesto español. Sí. El suyo va de la mano de la explosión del jugador más importante de la historia del mismo, Pau Gasol.
Cuando un imberbe Pau decidió dar el salto a la NBA al verse arriba en las predicciones del draft tras aquella mágica Copa del Rey con el Barça en Málaga (2001), Abdur-Rahim era ya un jugador contrastado en la liga norteamericana. Los Grizzlies no se entienden sin él, fue su primer jugador de gran importancia. La franquicia se creó en Vancouver con Toronto Raptors para la expansión canadiense de 1995 y pasaría más tarde a Memphis.
Abdur-Rahim fue elegido en 1996 como número 3 del Draft. Por delante, sólo Allen Iverson y Marcus Camby. Por detrás, nombres como Ray Allen, Kobe Bryant, Peja Stojakovic o Steve Nash. En los Grizzlies pudo desarrollarse y empezar a destacar por sus números más que por la competencia del equipo. Pero llegó 2001 y todo cambió. Gasol fue escogido en su misma posición del draft, la tercera, por Atlanta Hawks. Los derechos del español, todavía sin debutar, se fueron a los Grizzlies y Abdur-Rahim se marchó a Atlanta en una jugada que 17 años después repetirían los Hawks con otro europeo procedente de España, Luka Doncic (en su caso, con los Mavericks como equipo de intercambio).
Abdur-Rahim consiguió los primeros récords de los Grizzlies como franquicia, los que luego fueron cargándose los hermanos Gasol o Mike Conley, entre otros. Tras el traspaso jugó en esos Hawks, en los Blazers y en los Kings. En Sacramento hizo vida, ya que inmediatamente al retirarse le ofrecieron trabajo como entrenador asistente a la vera de Reggie Theus y luego escaló a otros puestos del organigrama: asistente del mánager general, director de recursos humanos…
Tras su carrera como jugador Shareef, como otros tantos, se encaminó por reciclarse dentro del mundo del baloncesto en puestos de dirección. La experiencia citada anteriormente le llevó a una bonita historia, la que ahora mismo ocupa su vida. Abdur-Rahim cumple años los 11 de diciembre. En 2018, de lo que se cumple el primer aniversario, la NBA le dio una gran sorpresa: hizo coincidir el anuncio de su contratación con tal efeméride. Es el presidente de la G-League, la liga de desarrollo, convirtiéndose además en el primer estadounidense musulmán que preside una liga deportiva profesional en América del Norte. Así es su vida ahora, con 45 años.
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