Tras once derrotas consecutivas fuera de casa, Golden State por fin rompió la racha más larga de su historia reciente. Fue ante los Rockets, y necesitaron a la mejor versión de los Splash Brothers: Steph Curry, autor de 30 puntos y cinco triples, y Klay Thompson otros cinco triples para 29 puntos. Y lo hicieron remontando en el último cuarto, tras estar 78-77 abajo. Un parcial de 34 a 20 para cerrar el partido sirvió para volver a meter a los Warriors en la lucha por los billetes directos a playoffs, otra vez sextos tras la derrota de Dallas ante los Grizzlies. Y a falta de tres semanas para el final de la temporada, tienen nueve partidos para salvar el año y poder luchar por el anillo.
Pese a haber mostrado dos caras hasta ahora, con el tercer mejor récord de la NBA en casa y el tercer peor récord como visitante, Golden State sigue como uno de los candidatos a ganar el anillo. Es la primera vez en la historia de la competición que el vigente campeón ha logrado dos rachas de ocho derrotas fuera de casa intentando defender el título, la última de hasta once partidos perdidos consecutivos. Y pese a todo ello, está a solo dos partidos de conseguir factor pista, con los Suns ahora mismo cuartos. Aunque para poder luchar por el anillo igual necesitan subir un poco más arriba.
Mirando los libros de historia, en los últimos 26 años, el campeón ha sido siempre uno de los tres equipos con mejor récord de la conferencia. Este año los candidatos serían, siguiendo la premisa histórica, Milwaukee, Boston y Philadelphia en el Este, y Denver, Memphis y Sacramento en el Oeste. No están los Suns de Kevin Durant, los Clippers de Kawhi Leonard y tampoco está Golden State. Es más, si nos vamos hasta el inicio de la NBA, solo dos veces en la historia de la competición un equipo fuera del top-3 de la conferencia ganó el anillo: Boston Celtics en 1969, el último título de la dinastía, y más recientemente, Houston Rockets en 1995.
En común tienen ambos que eran, como Golden State, vigentes campeones. Las dos excepciones eran equipos defendiendo título, como sucede con los Warriors esta campaña. Algo importante fue poder mantener el bloque del curso pasado. Cada pieza importante del equipo que levantó el título en junio de 2022, desde Steph Curry a Andrew Wiggins, pasando por Draymond Green y Jordan Poole, protagonistas por el puñetazo que el interior propinó a Poole en un entrenamiento y cuyo vídeo se filtró en redes sociales. El mayor problema de la franquicia fue un escándalo interno que se solucionó incluso antes de empezar el curso.
Y lo que parecía que iba a ser un camino de rosas hacia el quinto anillo de la mejor dinastía reciente de la NBA se ha convertido en la mayor incógnita de la liga. Especialmente con el nivel del Oeste. La llegada de Kevin Durant y Kyrie Irving a la conferencia, la recuperación de Kawhi Leonard y Paul George, la vuelta de LeBron James y Anthony Davis a los posibles playoffs o hasta la salud de los Nuggets, que están a nada de conseguir el #1 de la conferencia y contarán con Michael Porter Jr. y Jamal Murray, suben la complejidad de ganar un Oeste mucho más caro de lo que fue en 2022, donde el nivel alto estuvo en la conferencia rival. Por eso subir posiciones es clave.
El próximo partido será en Dallas el miércoles, con tres citas más antes del final de la temporada regular fuera de casa: Denver, Sacramento y Portland. Conseguir ganar tres partidos lejos de la Bahía puede ser clave para evitar caer a las posiciones de play-in, con Dallas a solo medio partido de diferencia. Y con la la dificultad añadida del play-in: en los tres años que lleva instaurado el nuevo sistema de clasificación, un equipo que haya accedido vía play-in nunca ha superado la primera ronda y el mejor resultado son dos victorias (Wolves y Pelicans en 2022 y Lakers en 2021). Otro reto más para los Warriors de Curry.
En lo que va de siglo no ha habido un equipo que defendiendo el anillo haya tenido un récord de 50% o similar, siendo Miami en 2007 (44-38) el peor. Golden State debería ganar ocho partidos para tener mejor marca que los Heat post-Shaquille O’Neal. Estos Warriors han sido mediocres en una conferencia que puede ser muy exigente de cara a los playoffs, siguen sin contar con Andrew Wiggins y no saben ganar fuera de casa. Pero si hay alguien capaz de darle la vuelta a la situación es el equipo que ha ganado cuatro de los últimos ocho anillos. El quinto título pasa por empezar a ganar como visitante.
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