Decía Steve Kerr tras enterarse de la lesión de Curry que ésta podía ser buena para los Warriors, protagonistas de la Gigantes de diciembre. El conjunto de Golden State está obligado a ‘reinventarse’ durante un par de semanas, y algunos jugadores a dar el máximo a estas alturas de la temporada.
Es el caso de Kevin Durant, que se multiplicaba ante los Hornets y ofrecía su versión más altruista. Y en el triunfo de la pasada madrugada en Detroit, uno de los conjuntos más correosos de la competición, el alero de los Warriors lo rozaba de nuevo, finalizando con 36 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias.
El conjunto de La Bahía se imponía por un ajustado 98 a 102, tras remontar en el tercer cuarto merced a un parcial de 17 a 31, en el que Durant anotaba 13 puntos. Thompson, con 21 puntos, le secundaba, aunque en el partido destacaba además Draymond Green.
El ala-pívot hacía de Curry pese a anotar tan sólo 2 puntos en 38 minutos, lanzando tan sólo 6 veces a canasta, con 0/5 desde la línea de 3 puntos. Sin embargo Green era fundamental, además de por su ya habitual labor defensiva, al suplir a Steph como director de juego del equipo.
Draymond finalizaba con 6 rebotes, 13 asistencias, 6 tapones y 3 recuperaciones, con tan sólo 2 pérdidas en todo el encuentro. Una línea estadística muy poco habitual. Tanto, que carece de precedente en la historia de la NBA, al menos desde que se registran este tipo de datos (1963-64). Dale al play y repasa lo mejor de su partido.
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