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Guía NBA 2018/19: Oklahoma City Thunder, por Andrés Monje

Guía NBA 2018/19: Oklahoma City Thunder, por Andrés Monje

Memoria 2017-18
Balance: 48-34. Cuartos del Oeste. Eliminados en Primera Ronda (Utah, 2-4)
Eficiencia Ofensiva Ritmo Eficiencia Defensiva
107.6 (10º) 99.2 (16º) 104.7 (10º)
Ataque 4 Factores Defensa
51.4% (17º) % efectivo en tiros 52.5% (18º)
27.5% (6º) Tiros libres 25.2% (17º)
14% (12º) Pérdidas 16.1% (1º)
27.7% (1º) Rebote ofensivo 22.6% (16º)
Ataque Triple Defensa
34.5% (12º) Volumen 36.4% (28º)
35.4% (23º) Acierto 36.7% (19º)
Glosario de la Memoria 2017/18:
* Ritmo: posesiones cada 48 minutos / Ef. Ofensiva: puntos anotados cada 100 posesiones / Ef. Defensiva: puntos recibidos cada 100 posesiones.
* Porcentaje efectivo: une valores en tiros de dos y triples / Tiros libres: porcentaje de tiros libres (lanzado o recibido) sobre el total de lanzamientos de campo / Pérdidas: pérdidas de balón (propias o provocadas) cada 100 posesiones / Rebote ofensivo: Capturas de ataque (conseguidas o permitidas) sobre el volumen total.
* Volumen de triples: porcentaje de lanzamientos (intentados o permitidos) de tres puntos sobre el total de tiros de campo/ Acierto de triples: porcentaje de acierto (propio o permitido) en lanzamientos de tres puntos.

thunder

Los Thunder no pudieron con esa trituradora llamada Utah Jazz en la última fase final, cayendo en Primera Ronda, pero a Sam Presti le salió bien su apuesta poco después. No hay derrotas dulces pero aquella se olvidó rápido. La franquicia convenció para renovar a Paul George (137 millones en 4 años, el último opcional del jugador), lo que permite un margen de maniobra mayor para un proyecto sostenido por el suficiente talento como para competir.

Con Russell Westbrook (29 años), el citado George (28) y Steven Adams (25) en la franquicia a largo plazo el resto del trabajo se ha basado, en primera instancia, en reducir salarios. Era necesario porque la situación, considerando el castigo por pagar impuesto de lujo, iba a ser imposible de asumir. Así se produjeron el traspaso de Carmelo Anthony primero y el corte de Kyle Singler después, que tuvieron como resultado un ahorro de más de 89 millones. Aún así los Thunder serán el equipo que más pague en lujo (más de 73 millones) esta campaña.

La salida de Anthony tuvo pleno sentido considerando que deportivamente la apuesta estuvo muy lejos de funcionar. Pero además lo recibido a cambio, Dennis Schröder, representa una apuesta sugerente. El otro gran movimiento de verano en la franquicia fue la renovación de Jerami Grant (27 millones por 3 años), cuya versatilidad defensiva casa a la perfección con la estructura.

Como resultado de las maniobras la plantilla se ha jerarquizado más, quedando Westbrook y George como líderes ofensivos que deben producir en alto volumen y para el resto. Una situación que recuerda sospechosamente al escenario previo a la salida de Kevin Durant, donde dos jugadores debían generar todas las ventajas. Y si bien en esta ocasión Oklahoma tiene el asterisco de Schröder (que se explicará más tarde), la situación es peligrosa.

Westbrook, que volvió a promediar un triple-doble en la campaña, es un prodigio de la producción en cantidades industriales (33% de uso ofensivo, tercero en la Liga) pero la necesidad de lanzamiento exterior que tiene la plantilla (con tendencia al ahogo espacial en ataque) puede hacer que George, el mejor tirador de los Thunder, se encamine mucho más a ese aspecto. El riesgo radica en que la situación acabe entregada únicamente al poder omnipotente de Westbrook y eso reduzca la productividad. Westbrook genera océanos de ventajas pero la toma de decisiones sigue sin ser su mayor virtud.

Una fuerza atrás

Buena parte del éxito de los Thunder se va a volver a construir atrás, donde los mimbres son muchos y de extraordinario nivel. En realidad ya el curso pasado fue así, teniendo dos circunstancias negativas que acabaron nublando el resultado final. La primera, la presencia de Carmelo Anthony, a menudo ‘mismatch’ que usaba el rival para castigar; y la segunda, la lesión que sufrió en enero Andre Roberson. Y que partió la temporada en dos.

El valor de los complementos se suele descubrir en escenarios así, cuando la tirita desaparece y deja la herida al desnudo. Roberson es un defensor de élite, extremadamente versátil y con una tremenda capacidad para hacer mejor lo que le rodea atrás. Con él en pista los Thunder recibieron el increíble dato de 96.4 puntos por 100 posesiones, con abismal diferencia mejor defensa de la Liga. Terminó segundo en el Real Plus-Minus (solo tras Gobert) y, lo más importante, su baja resquebrajó la solidez atrás. Hasta que él estuvo sano, los Thunder tuvieron la quinta mejor defensa NBA, después pasaron a la decimoquinta. Con su ataque sin acabar de despegar, un equipo eminentemente preparado para dominar desde su zona perdió su chispa.

El regreso de Roberson no tiene fecha fija (las estimaciones apuntan a diciembre) pero cuando esté de vuelta será cuando se podrá calibrar de verdad al bloque. Y es que además de Roberson, el perímetro tiene a George (excepcional tanto sobre el balón como ante otro tipo de anotadores) y la pintura a Adams (uno de los mejores interiores defensivos de la Liga, tanto cerca como lejos del aro) más el comodín de Grant, capaz de defender prácticamente a cualquier perfil de ‘frontcourt’.

El potencial es altísimo para una defensa muy agresiva en la que existe mucho tamaño y todos los jugadores son intercambiables. La recuperación física de Patrick Patterson (que no alcanzó buen estado en toda la temporada a causa de diversas dolencias) y la firma de Nerlens Noel, como recambio de Adams en el cinco, deben hacer aún más poderosa la baraja de opciones.

Sin lesiones de por medio, Oklahoma puede usar simultáneamente a tres jugadores de calibre ‘All-Defensive Team’, más Westbrook y Grant, dos auténticos animales en la parcela física. Donovan sabe que el éxito colectivo parte de ahí pero no es únicamente que tenga razón, que también, sino que es ese escenario el que define a los Thunder como un equipo que, en plenitud, representa la amenaza más versátil que pueden encontrar Warriors y Rockets en el Oeste. Lo más cercano a dominio defensivo desde lo aposicional.

Encajar a Schröder

Pese al armamento atrás, en ataque se va a tener que progresar. Con Westbrook y George cercanos a asumir el 60% de uso ofensivo del bloque, la mayoría de perfiles se ajustan a roles menores de ejecución, sobre todo teniendo en cuenta que el sistema está muy polarizado.

Los Thunder llevan cinco años seguidos siendo uno de los cinco equipos que menos circula el balón cada partido. Y la experiencia más reciente muestra un bloque cuyo libreto ofensivo se ciñe, en más del 50% del volumen total, a jugadas de transición, aclarado o bloqueo directo. Es decir, sistemas muy simples y verticales para maximizar el desequilibrio de sus dos estrellas.

Sin embargo para este curso existe una esperanza a la hora revitalizar el ataque. Y es que Dennis Schröder puede entrar de lleno en dos necesidades. La primera, la más simple, que los Thunder fueron el segundo equipo que menos puntos anotó con su banquillo (solo 26.4 por partido). La segunda, la más interesante, que unir una tercera vía que pueda crear desde el bote ayuda a descentralizar la defensa. El alemán no es buen tirador y exige el balón para producir, dos puntos problemáticos que se han de seguir, pero sus poderes entran como un guante en el sistema ya implantado: es útil en pick&roll (0.88 puntos por posesión, al nivel de Lou Williams o DeRozan) y excelente en aclarados (1.09 puntos por posesión, muy cerca de Paul).

Lo natural es que Schröder parta del banquillo para paliar la falta de pegada y, de la mano, poder hacer funcionar a los Thunder cuando Westbrook descansa (10 puntos peores por 100 posesiones cuando lo hacía). Pero el escenario ideal lleva a la coexistencia de ambos en momentos con el ataque ahogado. Y ahí radica la clave, porque no va a ser sencillo definir roles entre jugadores que necesitan tanto balón para producir y no son fiables en el lanzamiento exterior. Pero los Thunder lo pueden necesitar.

El espacio ofensivo va a ser otro aspecto clave para Oklahoma, con la necesidad de que Patrick Patterson (si está sano, será clave como cuatro) o Álex Abrines respondan desde el triple y la esperanza de que el recién llegado Timothe Luwawu-Cabarrot desarrolle amenaza en ese aspecto. Los generadores de los Thunder suelen dar tiros abiertos a sus compañeros, pero el acierto viene siendo pobre y no se ha mejorado la baraja de especialistas. Y sin éxito en el triple, se produce un embudo.

Donovan tiene trabajo en ese costado para la pista, con el fin de garantizar que su equipo pueda sobrevivir en ataque jugando escenarios sin muchas transiciones ante los cocos de la Liga. Porque si lo logra, los Thunder pueden ser directamente uno de ellos.

 Datos de lupa:

  • Colectivo:

Los Thunder lideraron la NBA en puntos anotados en segunda oportunidad (15), en parte gracias a ser el mejor equipo en rebotes ofensivos (12.5).

  • Individual:

Russell Westbrook fue el jugador que más anotó en transición en toda la NBA (6.8 puntos por encuentro).

Situación salarial:

  • Salarios franquicia: 145.5 millones
    • Límite salarial: 101.8 millones
    • Impuesto de lujo: 123.7 millones
    • Mínimo salarial: 91.6 millones

Fuente: Basketball Insiders

  • Opción de jugador
  • Opción de equipo
  • Qualifying Offer
  • No completamente garantizado

Jugador a seguir:

Históricamente atlético, Russell Westbrook es uno de los mayores prodigios de producción que ha conocido el baloncesto. Una fiera a la hora de sumar que plantea una presión salvaje a las defensas con su estilo agresivo y facilidad para desequilibrar. La toma de decisiones, el tiro exterior y la implicación defensiva siguen siendo aspectos a mejorar.

Russell Westbrook

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