Los jugadores musulmanes de la NBA no han tenido que jugar durante el Ramadán (del 23 de abril a 23 de mayo de 2020) esta temporada debido a la suspensión de la competición por el coronavirus, pero sí que lo han hecho habitualmente a lo largo de la historia de la Liga. Jugadores como Kareem Abdul-Jabbar, Hakeem Olajuwon o Mahmoud Abdul-Rauf en el pasado y otros como Enes Kanter, Dion Waiters o Al-Farouq en la actualidad, tienen que pasar por las exigencias físicas y mentales que implica el ejercicio físico en este periodo de tiempo.
Básicamente, el Ramadán es el noveno mes del calendario islámico, siendo el mes del ayuno, la oración, la reflexión y la comunidad. En líneas generales, durante este periodo, el ayuno (alimentarios, bebidas, tabaco y relaciones sexuales) es obligatorio desde el amanecer hasta el ocaso, quedando exentos los enfermos crónicos, los musulmanes que estén viajando, los ancianos, las embarazadas, las mujeres en periodo de lactancia, los diabéticos o las mujeres en periodo de menstruación. Los deportistas que no estén incluidos en ninguno de estos grupos tendrán que cumplir con el Ramadán, entendiendo que se trata de uno de los Cinco Pilares del Islam.
ICYMI: Hakeem Olajuwon talks about playing in the NBA during #Ramadan
Watch more here: https://t.co/KRUsJgDMHl pic.twitter.com/8HDfUsUX6W
— Mo Mooncey (@TheHoopGenius) May 16, 2020
«Lo primero de todo es entender que no es algo que se pueda elegir. Es uno de los Cinco Pilares del Islam, y si eres musulmán practicante no puedes decir ‘como tengo que jugar no voy a ayunar este mes’. No puedes. Es una de situaciones que no puedes saltar. Te tienes que preparar mentalmente».- Hakeem Olajuwon
El compromiso de la NBA con su comunidad musulmana es absoluto, hasta el punto de que para poder cumplir con los cinco rezos diarios durante el Ramadán, la mayoría de los pabellones de la Liga cuentan con salas habilitadas para dicha práctica. Además los equipos facilitan a estos jugadores un tipo de alimentos concretos (halal), tal y como explicó Enes Kanter en un reportaje de The Undefeaded, siendo todavía jugador de los New York Knicks, en 2017. «Tengo que rezar cinco veces al día, así que los Knicks me han dado una habitación especial en las instalaciones de entrenamiento y en el Madison Square Garden. Tenemos que comer alimentos ‘halal’, así que me encargan comida especial. Eso significa mucho para mí. Éste no es un país musulman, por lo que cuando ves que un equipo respeta algo así me demuestra lo respetuosa que puede ser la gente en América«.
Una situación muy distinta, sin este tipo de facilidades que se dan en la NBA actual, era la que vivían los jugadores musulmanes hace unos años. «En lo referente al rezo, era difícil porque viajábamos mucho y hay momentos concretos en los que tenemos que rezar. Obviamente, en determinadas situaciones, puedes retrasar el rezo o ‘improvisar’. Pero poder realizar esas oraciones en momentos concretos no era fácil porque podías estar volando, entrenando o en mitad de un partido», explica Mahmoud Abdul-Rauf. «También está el tema del ayuno. Hay momentos en los que entrenabas pronto y gastabas toda la energía», continua el famoso base, que habla del Ramadán como algo a lo que el cuerpo se acaba adaptando.
Precisamente en esa línea de adaptar el cuerpo y la mente al Ramadán, Hakeem Olajuwon también aportaba su grano de arena. «Hay muchos retos a los que enfrentarse cuando el Ramadán coincide durante la temporada y la hora del desayuno coincide durante el transcurso de un partido, o cuando la hora de oración te pilla en mitad de un viaje, de un entrenamiento o de un partido. De todos modos, la belleza del Islam es que te permite enfrentarte a esos retos y encontrar una solución para ese tipo de situaciones«, comenta Olajuwon. «Lo que quiero decir con eso es que el Islam es muy práctico y no está pensado para poner las cosas difíciles a la gente».
Sigue deslizando hacia abajo para ver más contenidos
