Noche histórica la que se vivió este martes en el Oracle Arena de Oakland donde los Warriors, que compartían con Washington Capitols y Houston Rockets el mejor arranque en la historia de la NBA con 15 triunfos sin conocer la derrota, necesitaban ganar a los Lakers para quedarse el récord en propiedad.
Un cuarto (30-11) le bastó a los Dubs para dejar visto para sentencia un partido en el que los de los Angeles claudicaron por un contundente 111-77.
Stephen Curry y Kobe Bryant, los jugadores franquicia, resumen el momento actual de ambos equipos. El MVP de la temporada pasada volvió a liderar a los suyos con 24 puntos, 9 asistencias, 4 rebotes y sin cometer ninguna pérdida de balón. Black Mamba, que no es ni la sombra de lo que fue, firmó un sonrojante 1/14 en tiros de campo (1/7 en triples) para terminar con 4 puntos.
No hubo partido, y los aficionados prestaron más atención a los récords al alcance de su equipo que en lo que sucedió en la cancha. Porque sobre todos planea una idea: Batir la marca de 72-10 de los Bulls de Michael Jordan, el mejor registro que una franquicia ha firmado en la historia de la NBA.
Según una encuesta realizada por ESPN los vigentes campeones son favoritos en 64 de los 66 partidos que les restan por jugar. ¿Son mejores estos Warriors que los Bulls del 96?
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