F5 la tecla de las teclas. La de la falta de paciencia, la de la espera infernal. Ojalá tuviéramos en la vida F5, y Control Z. Pero no las hay. Se puede actualizar, pero no de golpe.
La tecla de F5 es algo que se le solicita a Phil Jackson desde que los Spurs dominan el siglo y los Warriors son los Warriors. Las maneras de ganar cambian. Los altos se pierden en el camino de la muñeca al aro y está mejor ahora que hagan pesas y salten mucho a que sepan leer en cancha.
Los Knicks no tienen futuro agarrados al triángulo ofensivo. El del gurú Tex Winter. El que heredó Phil Jackson; elevó MJ; finiquitó Kobe y enterró Carmelo. Pero el bueno de Phil es de ideas fijas. Un revolucionario de ideas que muta a reaccionario en el basket.
Por eso, no extraña la llegada de Jeff Hornacek. Criado en Chicago, su padre estableció amistad con Jerry Colangelo. Un técnico de Instituto y de partidas de verano. Sin peso en la Universidad, Jerry que ya manejaba equipo e influencias, le consiguió sitio en un Draft Combine, clandestino él y clandestino el acto.
Allí, le convenció y le llevo para los Suns que ya casi poseía. Elegido penúltimo jugador de la segunda ronda del Draft de 1986, fue al desierto a jugar como profesional. Y allí estuvo hasta que lo cambiaron por lo más gordo posible, Chuck Barkley. Los Sixers buscaban un cambio justo y cogieron a uno bueno de Phoenix.
Con Jeff haciendo números y ganando favor del público, llegó Cotton Fitzsimmons. Volvía a su casa, a Phoenix a entrenar con un novato llamado Steve Kerr y un marrón llamado KJ -Kevin Johnson-. No era malo KJ, pero sí el traspaso que sacó del desierto a un héroe local como Larry Nance.
Fitzsimmons había entrenado en NCAA en Kansas State. Antes, al final de la década de 1960, trabajó para ellos como asistente de Tex Winter. Winter es el ideólogo, el teólogo del triángulo ofensivo. El gurú del Maestro Zen.
Fitzsimmons llegó a ser entrenador del año con Hornacek, Kerr y KJ, jugando al triángulo ofensivo. Dos temporadas seguidas de casi 50 victorias.
Luego, salió Jeff de Suns, pasó por Philly e hizo la guerra al triángulo en los Jazz. Cuando acabó su carrera agradeció lo aprendido a dos entrenadores, Cotton Fitzsimons y Jerry Sloan. Sus inspiraciones.
El triángulo vive en Hornacek, ahora queda que si lo ejecuta, se acuerde del F5.
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