No encuentra rival Cleveland Cavaliers de momento en los playoffs. Ni Detroit Pistons primeros, ni Atlanta Hawks, ni ahora Toronto Raptors parecen toser a un equipo en sintonía que arrolla choque tras choque. El segundo de la Final del Este dejó menos diferencia que el primero, pero no estuvo ni mucho menos igualado (108-89). El triunfo pone a los de Tyronn Lue con 2-0 y le hace sumar 10 triunfos seguidos en postemporada.
Los Lakers ven como los de Ohio igualan un récord que data de la dinastía instaurada por Kobe y Shaquille a principios de siglo. Entre 2000 y 2002, los angelinos sumaron 17 triunfos seguidos ante rivales de su misma conferencia en playoffs. Esa marca ya la ha igualado Cleveland. Habrá que ver si son capaces de superarla en Canadá, donde volverá a reanudarse la serie mañana.
De momento, pocas luces se ven en el camino de los Raptors. Ni la aparición de Luis Scola como ‘4’ titular encendió las luces de un equipo que necesita recuperar a Kyle Lowry. El base apenas promedia 9 puntos y un pírrico 6% desde la línea de tres puntos en estos dos choques iniciales. La pasada madrugada sus números no mejoraron (10 tantos) pero, por otro lado, 4 faltas y 5 balones perdidos: “Estoy muy confiado. Sé que tenemos un partido el sábado y voy a ser mucho más eficaz”, dijo.
El base titular de los Raptors estaba en el vestuario en el momento en el que los Cavs decantaron el choque con un 16-2 de parcial en el segundo cuarto. Las razones también las explico: “Necesita desconectar, iniciarme de nuevo a mí mismo”. Del 46-46 en una primera mitad igualada, se pasó a un 62-48 al descanso.
Los Cavs, con su Big–Three a pleno rendimiento (68 puntos entre LeBron, Irving y Love) vivió una segunda parte plácida, siempre por encima de la decena de puntos. En la primera, DeMar DeRozan (22 puntos) había mantenido encendida la llama de la esperanza. Pero estaba demasiado sólo.
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