Contratos NBA. Una de las cosas más complicadas para entender dentro de la Liga. En este artículo que publicamos en el número 1513 de nuestra revista te contamos curiosidades, novedades e información que tienes que tener en cuenta.
Ha sido uno de los nombres de este verano: Luka Doncic ha firmado un contrato por cinco temporadas y 207 millones de dólares con Dallas. Su renovación es sólo un capítulo de los muchos que ofrece la NBA a la hora de suscribir acuerdos y vinculaciones con los jugadores. Te ayudamos a entender qué tipos de contratos hay en la liga y cómo las franquicias fichan, renuevan o se deshacen de sus piezas.
Consideraciones básicas sobre los contratos NBA
En la NBA, a grandes rasgos, existen tres tipos de acuerdos en cuanto a su formato económico se refiere: garantizados, parcialmente garantizados y no garantizados. En el primero de ellos todo el dinero que se refleja se le deberá pagar al jugador, pase lo que pase y vaya al lugar que vaya. En el segundo tipo, una parte del dinero está asegurada y el resto está sujeto a cláusulas o decisiones de las franquicias. Por último, un contrato no garantizado no asegura la cantidad de dinero suscrita y el jugador vive al día, en el sentido de que cada jornada que pasa hace un poco más de caja, a la espera de que llegue inicios de enero de cada curso, cuando todo contrato no garantizado se garantiza para esa campaña. De ahí que sea muy habitual que las franquicias arranquen el año natural cortando a jugadores con los que no cuentan demasiado antes de que se vean obligados a asegurarles todo el cheque hasta que acabe la temporada.
Agentes libres y agentes libres restringidos
Es la situación en la que se encuentra un jugador sin contrato cuando se abre la agencia libre en verano. Un agente libre sin restricciones es aquel que ha concluido su acuerdo con la franquicia y es completamente libre para negociar su futuro en la NBA. Puede enrolarse directamente con una nueva franquicia, renovar con la antigua o usar el Sign and Trade: acordar la renovación con su último equipo para ser traspasado automáticamente a otro destino ya pactado, que acarreará con lo firmado y compensará a la franquicia de origen con algo de vuelta (generalmente, rondas futuras de Draft). Es un mecanismo para que la franquicia de origen obtenga algo a cambio por una ficha que iba a perder igualmente.
Un agente libre restringido tiene también potestad para marcar su porvenir, pero con matices: sale de su contrato de novato y el equipo de origen le ha hecho una oferta cualificada. Con ello la franquicia en cuestión se guarda el derecho de igualar cualquier propuesta de otro equipo que le llegue al jugador y así retenerlo. Igualmente, el jugador puede firmar la oferta cualificada y permanecer un curso más con su entidad y al siguiente verano ser agente libre sin restricciones, algo que también sucederá si la franquicia no lanza la oferta cualificada pertinente.
Tipos de contrato
Contrato Estándar: garantizado o no, se trata del acuerdo más común que hay. Debe suscribirse como mínimo por una temporada o hasta el final de la misma si se ha firmado con la campaña en curso y las cantidades pagadas siempre van con cargo a la masa salarial del plantel. Es el modelo base sobre el que luego se edifican todo tipo de acuerdos: multianual, por el máximo, por el mínimo de veterano. Es la hoja de ruta para todo contrato que no sea temporal, ni para la pretemporada ni Two-Way.
Exhibit 10: Introducido en 2017, es un acuerdo de pretemporada. Tiene la particularidad de que si el jugador es despedido pero permanece 60 días en el vinculado de la G League de la franquicia que lo corta se puede embolsar hasta 50.000 dólares extra. El equipo se asegura mantener bajo su radar a una ficha que puede interesar en el futuro. El Exhibit 10 caduca con el fin del training camp y si el jugador no es cortado este acuerdo puede convertirse en contrato dual o en un contrato estándar no garantizado.
Junto con el Exhibit 10, también existen otros tipos de fórmulas de contratos de pretemporada, como es el Summer Contract, que se extingue el día previo al inicio de la temporada, que no cuenta para la masa salarial y que otorga 2.000 dólares por semana al jugador. O el Exhibit 9, otro contrato estival, y que sirve para que las franquicias puedan cortar a un jugador lesionado durante la pretemporada abonándole sólo 6.000 dólares y sin ningún tipo de responsabilidad futura hacia él.
Contrato de 10 días: Únicamente puede firmarse a partir de enero de la temporada vigente. El máximo de contratos de este tipo que un jugador puede firmar por campaña con la misma franquicia es de dos, tras los cuales o renueva hasta el final de la Temporada Regular o se convierte en agente libre. Eso sí, un jugador puede acordar cada campaña cuantos contratos de 10 días desee con los diferentes destinos siempre que no sobrepase el límite de dos por franquicia y temporada. El salario es completamente garantizado, aunque se corte al jugador antes de la extinción del acuerdo. Suele ser una prorrata del mínimo anual que le corresponde según sus años de experiencia en la NBA. El contrato de 10 días garantiza un mínimo de tres partidos.
Two-Way: Contrato dual. El jugador alterna entre la NBA y el vinculado de la franquicia en la G League. Su presencia en la plantilla no cuenta para el tope de jugadores en el roster NBA, que es de 15 contratos estándar y 2 duales. El salario de estos contratos tampoco se carga en el límite salarial y su cuantía es de 462.629 dólares, la mitad del mínimo anual de rookie. Son por una campaña y el jugador puede disputar un máximo de 50 de los 82 partidos de la Temporada Regular de la NBA. Eso sí, no es elegible para disputar los playoffs. Para ello, debería convertirse su Two-Way en un acuerdo estándar.
Rookie Scale: Cuando un jugador novato es elegido en la primera ronda del Draft, su nómina está determinada por la escala salarial de novatos. Esta fórmula, instaurada a mediados de los años 90 en la NBA, persigue limitar tanto la duración como la ficha de los acuerdos suscritos por los rookies. El caso de Glenn Robinson, número 1 del Draft de 1994 y que firmó con los Bucks por 10 años y 68 millones de dólares, puso en alerta a la NBA para regular este tipo de prácticas.
Un jugador elegido en la primera ronda del Draft — entre los 30 primeros picks — tiene su salario fijado, con incrementos anuales. Cuanto más alto salgas en la ceremonia, más percibirás. La Rookie Scale estructura contratos por cuatro años, pero sólo los dos primeros son totalmente garantizados. El tercero y el cuarto son a elección de la franquicia, que ha de ir ejerciendo esas cláusulas en años sucesivos y no a la vez.
Luka Doncic, número 3 del Draft de 2018, firmó con Dallas un acuerdo bajo la escala salarial de novatos. Según el puesto en el que salió drafteado le correspondían 6,5 millones de dólares para la 2018-19 y 7,6 millones de dólares para la 2019-20, dentro de esos dos primeros cursos siempre garantizados. Las opciones para la tercera campaña (la 2020-21 y 8 millones) y para la cuarta (la 2021-22 y 10,1 millones) fueron validadas por los Mavericks en octubre de 2019 y en diciembre de 2020, respectivamente.
Si un jugador no ha sido elegido en la primera ronda del Draft su futuro no se atiene a estas normas y puede negociar libremente su salario y años. Hay ocasiones en las que es preferible saltar a la segunda ronda y no tener cadenas económicas a salir en las últimas posiciones de la primera ronda, con un sueldo garantizado, sí, pero quizá menor del que se pueda obtener si se negocia libremente.
‘Designated Rookie Extension’
Un jugador que se halla en el último curso de su contrato firmado bajo la escala salarial de novatos aspira a un nuevo y gran acuerdo con la misma franquicia. Hablamos de la Designated Rookie Extension, una mega renovación que debe ejecutarse dentro de ese cuarto y último año de contrato de rookie.
La citada renovación de Luka Doncic se ha producido bajo las normas de la Designated Rookie Extension. El esloveno, dentro de ese necesario último año de contrato, suscribió en agosto con los de Texas una extensión por 5 años y 207 millones de dólares, el máximo a lo que podía aspirar tanto en tiempo como en dinero. Una firma de este tipo permite al jugador absorber hasta el 30% del total de la masa salarial de la franquicia en su primera temporada de contrato. Un dinero del que empezará a disfrutar Doncic en la 2022-2023, cuando entre en liza una renovación que le hace ser el mejor pagado de siempre en los Mavericks.
Un plantel puede tener hasta dos jugadores bajo la Designated Rookie Extension pero solamente puede adquirir a uno de ellos vía traspaso. ¿Recuerdan que en 2019 los Celtics no podían optar a recibir traspasado a Anthony Davis? Los de Boston ya habían adquirido a un Designated Rookie vía traspaso — Kyrie Irving, desde Cleveland en 2017 — y no podían asumir a La Ceja, quien en 2015 había suscrito con los Pelicans una extensión por el máximo de novato.
El mínimo y el máximo que se puede cobrar en un contrato NBA
Mientras que para el mínimo salarial sí hay unas cantidades fijadas cada curso por la NBA y que están marcadas por los años de experiencia del jugador, el máximo de dinero que se puede recibir por un acuerdo no es algo concreto, sino que es variable y muy vinculado al límite salarial.
En lo que respecta al mínimo salarial, el caso de los Lakers de esta 2021-2022 es muy ilustrativo, pues ha confeccionado parte del roster valiéndose de esta herramienta, que permite a las franquicias firmar a cuantos jugadores desee sin importar el tope salarial. Con este mecanismo de la excepción por el mínimo salarial se puede sobrepasar la frontera salarial para añadir nombres a la plantilla, con el consiguiente cargo al Impuesto de Lujo. Carmelo Anthony, Trevor Ariza o DeAndre Jordan son buenas muestras de ello. La NBA premia a las franquicias que suscriban acuerdos por el mínimo de veterano a jugadores con más de dos cursos de experiencia, ya que les reintegra parte de esa nómina. Igualmente, una entidad que no tenga problemas de tope salarial puede fichar jugadores por el mínimo.
Los súper contratos NBA por el máximo
Se trata de una fórmula inicialmente ideada por la NBA en su idea de que las estrellas permanezcan en sus equipos y tratar de mantener el equilibrio en la liga. Más allá de que sea efectiva o no, con los súper contratos por el máximo el jugador que los suscribe gana más dinero que si decidiera marcharse a otro destino.
Stephen Curry o Giannis Antetokounmpo —228 millones de dólares y cinco años, el contrato más alto de la historia en la NBA — son dos nombres que han sonado en los últimos meses. Lo han hecho por las grandes cantidades de dinero que se van a embolsar o ya se están embolsando. Esos ingresos bancarios llegarán gracias a la Designated Veteran Extension o lo que es lo mismo, el súper contrato por el máximo.
El tope de dinero al que un jugador puede aspirar no es algo fijo. Lo que sí está estructurado de forma común es la duración de las extensiones, que ha de ser de máximo de cuatro años si al jugador le restan dos en el momento de la firma y de cinco años si al jugador le resta una campaña. En ambos casos, no se sobrepasa nunca el límite de cursos de un contrato de la NBA en vigor, que es de seis temporadas.
No todos los jugadores pueden aspirar al contrato por el máximo. Para ello deben llevar entre 7 u 8 años como mínimo en la NBA y/o haber recibido en dos o tres campañas anteriores algún premio individual, como el MVP o el Jugador Defensivo del Año, y/o haber estado presente en alguno de los tres equipos ideales en los últimos tres cursos.
¿Cómo se fija el dinero de un súper contrato? El máximo que un jugador puede ganar con este tipo de contratos está marcado por el tope salarial. Así, pueden percibir hasta el 35% del salary cap de la franquicia en el primer año del acuerdo. Este contrato por el máximo marca un incremento del 8% en los sucesivos cursos y puede incluir una opción del jugador para salirse del mismo antes de la última temporada de vigencia. Si el jugador que aspira a un contrato por el máximo decide firmar por otra franquicia, sólo podrá hacerlo por un total de cuatro cursos y esa subida anual salarial del 8% pasará a ser del 5%. En general, entre quedarse y renovar bajo estas condiciones o hacer las maletas estamos hablando a veces de una diferencia total de hasta 80 millones de dólares. Para pensárselo.
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