Los Lakers han anunciado en un comunicado oficial muy escueto que Brandon Ingram se perderá el resto de la temporada, al menos, al detectarse en una peligrosa lesión en el hombro derecho, razón por la cual ya se había perdido los dos últimos partidos del equipo.
El diagnóstico es que sufre una DVT, una deep venous thrombosis (una trombósis venosa profunda, en español). Esta dolencia debe ser tratada con premura y conlleva una intervención quirúrgica, y por eso es por lo que la franquicia de Los Ángeles no ha querido aventurarse en su parte médico.
Esto ya entierra todas las opciones de los Lakers de llegar a los playoffs, ya que se suma a la baja de Lonzo Ball y la falta de química en el equipo.
Ingram tiene sólo 21 años. Problemas de coágulos en la sangre con jugadores de la NBA ya los hemos visto en los últimos años en gente como Mirza Teletovic o Chris Bosh, siendo una lesión que causa retiradas en caso de que se coja a tiempo (como en el que nos atañe aquí).
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