Lo primero que debían hacer San Antonio Spurs y Cleveland Cavaliers era demostrarse a sí mismos que podían competir en la élite. Hace menos de un mes, los Golden State Warriors habían ‘despachado’ a los dos conjuntos con triunfos contundentes. El segundo y último choque de la temporada entre ambos, (los Spurs ganaron el primero en casa), tampoco tuvo un partido igualado. Cleveland, que ha empezado a toda pastilla con su nuevo técnico, Tyronn Lue, venció, o mejor dicho, pasó por encima del equipo de Popovich, 117-103.
La facilidad con la que los Cavaliers anotaron en transición fue una de las razones primordiales de la abultada victoria en Ohio. Al final del primer cuarto, llevaban 37 puntos. Al descanso, 66. Nadie esta temporada había anotado más en los primeros 24 minutos contra los Spurs. La baja de uno de los tres mejores taponadores de la historia, Tim Duncan, se hacía notar.
Sin ‘TD’ para proteger su zona, el que lo hizo precisamente estaba en el bando contrario. LeBron no dejó de meter puntos, (29, y un buen 10/17 en tiros), pero se ‘salió’ en el apartado defensivo. Dos acciones para el recuerdo las del ‘elegido’: en la primera parte, frenó una penetración de Parker, (13) mandando el balón a la grada. En el tercer cuarto, tras una pérdida, recuperó magistralmente para impedir la bandeja a Manu Ginobilli (sólo seis puntos). ¡Qué espectáculo!
Y es que otra vez, por segunda jornada consecutiva, el ‘Big Three’ de Cleveland volvió a estar a la altura. Kyrie Irving, Kevin Love, (sublime, 18 puntos en la primera parte y 21 con 11 rebotes al final), y el mencionado LeBron James trituraron a unos Spurs que tuvieron a Kwahi Leonard, (24), como máximo anotador. Ojo: han encajado 336 puntos en los tres partidos sin Tim Duncan. Algo hará Pops para reaccionar, pero de momento, es para preocuparse.
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