Era una de las noticias más esperadas del mercado y se ha hecho esperar, pero ya está aquí. Jaylen Brown y los Celtics han llegado por fin a un acuerdo para su extensión de contrato, por cinco años y más de $300 millones de dólares. Es el mayor contrato de la historia de la NBA, el primero en superar la barrera del triple centenar y el que garantizará que Jaylen seguirá en Boston en un futuro al menos a corto plazo.
Brown, con todavía un año de contrato en Boston, era candidato a firmar un supermax por un 35% del límite salarial y no ha perdonado ni un centavo. Brad Stevens, gerente de la franquicia y los agentes del jugador han llegado a un acuerdo donde ambas partes han salido ganando. Porque si bien Jaylen ha conseguido los casi $304 millones, Boston ha logrado que el contrato sea con los cinco años garantizados, sin opciones de jugador. A cambio, en el contrato se ha acordado una trade kicker, que es un bonus del 15% en caso de salir traspasado. Y si bien Boston celebra, fuera de la franquicia y el entorno del jugador es un contrato que no ha dejado a nadie satisfecho, y por el que ha habido críticas a raudales en medios y redes sociales a partes iguales.
Porque Jaylen Brown es el segundo mejor jugador de Boston tras Jayson Tatum y pese a haber salido en el segundo quinteto All NBA, no es uno de los diez mejores jugadores de la asociación. Las cifras del contrato generan vértigo si se analizan en total, pero el formato del de Jaylen es porcentual, y por ello es el mayor contrato de la historia. Un 35% en 2025 es más de lo que era un 35% en 2020. Por eso el próximo año habrá jugadores firmando por cifras superiores, como su compañero Tatum, y para 2025 será Luka Doncic y alguno más quienes le superen. Es más, solo en esta temporada hay cinco jugadores cobrando por encima de ese 35% que cobrará JB en el futuro y para 2025 cuando empiece su contrato Steph Curry seguirá por encima.
Porque todo se tiene que poner en perspectiva, y aquí el crecimiento de la NBA es importante. El mismo acuerdo que firmará Jaylen en las próximas horas por $304 millones lo firmó Russell Westbrook en 2017, salvo que el 35% representaba por aquel entonces $206 millones. O Giannis por $215 en 2020, Curry por $228 millones un año más tarde o Nikola Jokic y sus $264 el verano pasado. Y para cuando Luka Doncic firme su supermax en 2025 la cifrará estará rozando ya los $400 millones de dólares. El valor de la NBA ha crecido, y el 50% de ese valor va destinado a los jugadores, siendo Jaylen Brown la prueba final, aunque es importante recordar que el jugador de los Celtics no tendrá el salario más alto de la NBA hasta la temporada 2026/27, honores que mantendrán Curry y Lillard los próximos cursos.
¿Pero cómo se ha podido llegar a este punto? En los últimos años el límite salarial se ha disparado a un ritmo que los salarios de los jugadores no han podido igualar pese la inserción de nuevos máximos. A inicio de siglo superaba por primera vez los $30 millones y desde entonces ha crecido a un ritmo frenético, resultado de la exposición de la NBA al mundo vía contratos de televisión y acuerdos de publicidad. De 1999 a 2020 el límite salarial se multiplicó por cuatro, con el crecimiento de 2018 (de 70 a 93 millones) siendo el más abrupto de la historia. Al contrario, el contrato máximo de la NBA en 1999 era Shaquille O’Neal en Los Angeles Lakers cobrando $27,9 millones, y en 2020 los $43 millones de Curry. No crecen al mismo ritmo (y sí, entre 1995 y 1998 Magic, Jordan dos veces y Ewing cobrando más que el límite salarial de un equipo al completo) ni por asomo. Cuando Jaylen empiece a cobrar los $69 millones que percibirá el último año de contrato, el límite salarial se espera que esté por encima de los $170 millones.
Ahora tendrá que demostrar que lo vale. Esta temporada fue uno de los tres jugadores en promediar más de 26.6 puntos, 6.9 rebotes y 1.1 robos por partido junto con Luka Doncic y Jayson Tatum, siendo a la vez el que menos pérdidas tuvo de los tres. Tiene solo 27 años, no ha empezado el pico de su carrera NBA, y viene de estar en el All Star y en el segundo quinteto All NBA. Sumado a su experiencia en playoff, donde solo Curry, Dray, Klay y PJ Tucker han ganado más partidos desde que llegó a la NBA y ya ha jugado cuatro finales de conferencia y las finales de la NBA de 2022. Mezcla potencial de mejora y experiencia suficiente para llevar a los Celtics al anillo, o al menos eso le exigirán a partir de ahora. Por algo ha firmado el mayor contrato de la historia de la NBA, al menos en cifras totales, porque confían en que puede hacerlo.
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